El gobernador de Chubut quiere profundizar el endeudamiento de la provincia y busca que la legislatura le vote tomar una nueva deuda por U$S 650 millones en medio de la crisis local y la inestabilidad en los mercados. El gobierno busca lograr un alivio transitorio en «los mercados» en la carrera electoral, a cambio de un salvavidas de plomo que incluye una brutal entrega de los bienes comunes naturales, como vemos con el otro proyecto que quiere que le vote la legislatura, la reconversión de Cerro Dragón para beneficio de los Bulgheroni y su trasnacional PAE.
El gobernador acostumbrado a la aprobación de todos sus proyectos de ley en la escribanía que es la legislatura, no solo con los votos de su bloque, sino tambien con los del peronismo, presento varios proyectos para que se discutan en la sesión del 24 de abril. Entre elllos el que pide la autorización para nueva deuda, el contrato con PAE por el shale gas, y la creación de dos organismos como la Agencia de Recaudación y la Empresa de Energía, que podría incluir de manera encubierta, la explotación del uranio. Todos temas claves para el gobierno provincial que la Cámara legislativa deberá resolver en los próximos días
Si la legislatura le vota este proyecto de endeudarse, la provincia se encamina así hacia un nuevo salto de la hipoteca con los acreedores internacionales, en un marco internacional de mayores tensiones geopolíticas y guerras comerciales sin precedentes, que las clases capitalistas buscan descargar ferozmente sobre los trabajadores y que implicará aún más penurias para la clase trabajadora y el pueblo pobre.
La provincia vivió y vive una historia de terror con las deudas que tomaron gobiernos anteriores, como el de Mario Das Neves, que se endeudó en U$S 650 millones para tomar el Bocade, aquel famoso bono millonario que nunca quedó claro en que se gastó, que no pudo concluir las obras comprometidas y que dio lugar a resonantes causas de corrupción, con mecanismos de retornos a empresarios de la construcción para acceder al cobro de certificados.
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Los dólares de la nueva deuda que los legisladores oficialistas y opositores, excepto el Frente de Izquierda, le votarán en la sesión del 24 de abril, no serán para mejorar las condiciones de vida de la clase trabajadora. Ya vimos que con los acuerdos anteriores. endeudarse trajo varios fracasos que terminaron con más ajuste sobre la clase trabajadora con desocupación y pobreza y nuevos intentos de saqueo de los bienes comunes naturales. Los dólares de la deuda no se destinaron a construir colegios u hospitales, sino que fueron a pagar más deuda y financiar fuga.
Torres sigue como la sombra al cuerpo las políticas de Milei, por después de que el Fondo Monetario Internacional (FMI) firmó un nuevo acuerdo con el Gobierno argentino, encabezado por Javier Milei que implica la suma de 20.000 millones de dólares y está enmarcado dentro del Servicio Ampliado del Fondo (SAF) para los próximos 48 meses, lanzó este proyecto para profundizar el endeudamiento de la provincia con banqueros y buitres.
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Una deuda que perpetúa la dependencia
La aprobación de este proyecto en la legislatura es una muestra más de cómo los partidos patronales no tienen grieta para tomar deuda externa como un instrumento para someter a la provincia. Lejos de buscar soluciones estructurales, esta estrategia perpetúa la transferencia de recursos desde las mayorías trabajadoras hacia el capital financiero internacional.
Desde el Frente de Izquierda denuncian que este nuevo endeudamiento no es más que una continuación de las políticas de ajuste que han fracasado sistemáticamente. La única manera de enfrentar estas políticas es mediante la organización y la movilización. El paro nacional del 10 de abril fue una muestra contundente de que existe una resistencia activa y dispuesta a luchar. Es crucial darle continuidad a estas acciones, construyendo un programa alternativo que priorice las necesidades de los trabajadores y no los intereses de los acreedores internacionales y las grandes empresas.
Ante la nueva estafa de Torres, sólo la izquierda propone rechazar el nuevo endeudamiento. Es fundamental pelear por el desconocimiento soberano de la deuda ilegítima, la nacionalización de la banca y el comercio exterior bajo control de los trabajadores. Es necesario movilizarse masivamente para exigir el fin de estas políticas de saqueo y luchar por un modelo económico que priorice las necesidades de las mayorías trabajadoras.