Marcelo Corazza volvió a ser protagonista en los medios tras la denuncia por corrupción de menores, una causa que involucra a figuras de la farándula. El exconductor, que fuera el primer campeón de Gran Hermano en el país, enfrenta graves cargos y está a punto de ser juzgado en un tribunal oral.
A pesar de la gravedad de las acusaciones, Corazza permanece en libertad y sigue desempeñándose como profesor de educación física en un gimnasio.
En una reciente visita de un cronista de «Desayuno Americano» (América) a su domicilio, el exparticipante del reality show no estuvo dispuesto a dar declaraciones. El periodista, intentando obtener una respuesta, le dijo: «Marcelo, ¿cómo estás? Un segundo, ¿podemos hablar? Marcelo, una palabra, algo que me puedas contar».
Sin embargo, Corazza se mostró evasivo y aseguró: «No voy a declarar nada, chicos, ya lo saben, no voy a hablar. En agosto se resuelve el juicio, no está bueno, pasaron un montón de cosas en Argentina para que vengan a romperme las pelotas con esto».
Cuando se le consultó sobre un posible vínculo con la humorista Lizy Tagliani, Corazza reiteró su negativa a hablar y pidió respeto: «No voy a hablar. Dejame entrar a mi casa, por favor. Dejame con la bicicleta y no me violenten, por favor. ¿Me ves? Estoy en mi mejor momento».
Luego de una breve discusión, Corazza cerró la puerta con un portazo, pero el cronista no se rindió y logró encontrar a la hermana del exconcursante, quien defendió a su hermano ante las cámaras. «Mi hermano es inocente y la Justicia lo va a demostrar», aseguró, reafirmando la postura de Corazza en cuanto a su defensa.
Lo cierto es que la grave acusación en su contra ha relegado a Marcelo Corazza de los medios y de su trabajo habitual, que era en la parte de producción de Telefe.
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