Cuando ya estaban a punto de cumplirse cinco meses de su espectacular fuga de la cárcel de Vale de Judeus en Portugal, la Policía logró encontrar y detener este jueves a Rodolfo «El Ruso» Lorhmann (56). Inteligente, violento y escurridizo, «El Ruso»- uno de los criminales mas importantes de Argentina- cayó en Alicante, España, junto con Mark Roscaleer, otro de los cinco prófugos del escape histórico, ocurrido el pasado 7 de septiembre.
La operación fue un trabajo conjunto entre la Policía Judicial de Portugal y las autoridades españolas. Lorhmann estaba preso en Portugal acusado de «delitos de asociación para delinquir, lavado de activos, robo a bancos, tenencia de arma prohibida, falsificación/falsificación de documentos y hurto calificado”. Cayó en Portugal el 16 de noviembre de 2016 y cumplía una condena de 18 años y 10 meses.
«El Ruso» logró, durante un tiempo, ocultar su verdadera identidad en Portugal, pero finalmente se lo identificó por sus huellas dactilares y entonces Argentina pidió su extradición por el secuestro de Cristian Schaerer (21), ocurrido el 21 de septiembre de 2003. El joven, hijo de un político correntino acusado de corrupción, nunca apareció. Se dice que «El Ruso» se ocupó personalmente de matarlo y que sólo él sabe dónde está su cuerpo.
La fuga
Rodolfo «El Ruso» Lohrmann se fugó de la cárcel portuguesa de Vale de Judeus -ubicada a 70 kilómetros de Lisboa- con un plan perfecto, a la altura de su fama de pesado y de su ingenio, el mismo que lo llevó a permanecer prófugo de la Justicia argentina durante 13 años, mientras robaba bancos, joyerías y blindados en Europa usando varias identidades.
La mañana del pasado sábado 7 de septiembre, Lohrmann se escapó del penal donde cumplía 18 años de prisión. Lo hizo con otros cuatro presos tan malos como él, combinando talentos propios y defectos ajenos.
Las fallas de seguridad del servicio penitenciario portugués fueron tan burdas que le costaron el puesto el jefe máximo del área y pusieron en jaque a la ministra de Justicia de Portugal, Catarina Sarmento e Castro.
Algunos detalles: la mañana de la fuga solo funcionaban 33 de los 50 puestos de vigilancia, aunque fue en pleno horario de visitas; las 200 cámaras de circuito cerrado (algunas de las cuales captaron en detalle el escape) eran controladas por un solo guardia; además, el cerco perimetral electrificado no estaba funcionando porque venía sufriendo sospechosos cortocircuitos.
La cuestión se manejó tan mal que, recién una hora después del escape, los guardias se percataron de los que había ocurrido. Cuando fueron a revisar las imágenes, se encontraron con que todo les había pasado por las narices, incluso la maniobra de dos presos que no se fueron pero ayudaron poniendo tenders con ropa cubriendo el ángulo de dos cámaras clave.
Los presos contaron con apoyo externo: tres hombres y dos autos.Los presos contaron con apoyo externo: tres hombres y dos autos.
Aun así se ve cómo los cinco presos primero lograron saltar un primer muro perimetral, caminaron dos metros hasta el segundo (exterior) y, desde afuera, tres hombres con uniformes tipo fajina y pasamontañas les colocaron una escalera y les tiraron una soga. Ya en la calle, se fueron en dos autos. Tiempo del operativo: seis minutos.
SC