Andrew Reid, de 19 años, construyó por cuarto año consecutivo una deslumbrante exhibición de luces navideñas en su casa ubicada en East Northport, Long Island, con decoraciones viejas que habían sido desechadas por sus vecinos. Este año, el joven busca recaudar dinero para la Casa de Ronald McDonald en la Universidad de Stony Brook, para ayudar a los niños y niñas con enfermedades graves que viven momentáneamente en ese lugar.
“Es una organización benéfica local que está asociada con el Hospital Stony Brook y son buenas personas. Dije que recaudaría dinero para su fundación porque sé que se destinará a un buen fin, por las razones correctas”, le dijo Reid a New York Post. El joven también adelantó que hasta el momento pudo juntar miles de dólares para la causa. Sin embargo, advirtió que mantendría la cifra en secreto hasta que termine la temporada navideña.
Las imágenes de la casa de Reid, que mostraron medios, permiten observar cómo cada centímetro del exterior de su propiedad se encuentra cubierto por 100 mil luces brillantes y más de 500 adornos donados por la comunidad. Esta atracción está abierta al público durante todas las noches de 17.30 a 21 horas, siempre que el clima lo permite.
En una entrevista con Fox 5 New York, Reid invitó a todas aquellas personas que visiten su “árbol inadaptado” a dejar una decoración o un adorno para colaborar con la causa. ”Si alguien quiere traer sus adornos para el árbol de Navidad, puede ponerlos y luego serán parte de mi exhibición, y podrá verlos todos los años”, comentó.
Por otro lado, lo curioso de esta exhibición, es lo costoso que es mantenerla debido a la gran cantidad de luces y adornos navideños que necesitan electricidad para funcionar. Sin embargo, Reid comentó que él es quien cubre el costo de la factura de luz.
El joven, de 19 años, reveló que comenzó con esta tradición durante la pandemia del coronavirus debido a una competencia que realizó con su familia en la que descubrió que las decoraciones navideñas que fueron desechadas puede seguir teniendo utilidad. “Vi este oso polar. No podía dejarlo pasar. Lo lleve a casa, lo arregle y después de eso todo se volvió fácil”, agregó.
“Me encanta ayudar a la gente. Voy a la escuela para ser paramédico”, le dijo Reid a News 12 Long Island. Además, agregó: “Me gusta hacer feliz a la gente, todo el mundo lo sabe, así que pensé: ¿por qué no hacer una exhibición y recaudar dinero también para los niños con cáncer?”.
Reid reveló que aprendió como manipular y arreglar decoraciones navideñas por sí solo: “Pude entender como funciona la electricidad, como funciona el positivo y el negativo, como funciona el neutro en todas estas cosas”. También añadió: “Ahora, con solo verlo, sé cuál es el problema con estos cables: qué no se debe tocar… simplemente me resulta fácil”.