Los empresarios vienen festejando los beneficios que les otorga el Gobierno de Milei, como la reforma laboral o el blanqueo de capitales y el ajuste que viene llevando adelante sobre el presupuesto nacional perjudicando a los trabajadores, los jubilados y sus familias. Pero la ausencia de Javier Milei y Luis Caputo en la cumbre de este martes de la UIA (Unión Industrial Argentina) marcan que el Gobierno comienza a tener contradicciones mayores con sectores empresarios.
El martes 19, la UIA había sacado un comunicado declarando que: “Avanzar solo con políticas de apertura comercial está teniendo consecuencias negativas”, marcando su disconformidad de forma pública por primera vez desde la asunción de Milei. La confirmación de la eliminación del impuesto PAIS para las importaciones de este lunes, sólo puede haber sumado leña al fuego.
En su cuenta de X, este lunes Luis Caputo afirmó: “Eliminamos el pago a cuenta del 95% del Impuesto PAIS para las importaciones.” y agregó que: “Esta medida contempla el plazo establecido por el BCRA para el acceso al Mercado de Cambios (30 días) y la fecha de vigencia del Impuesto PAÍS (hasta el 22/12/2024, inclusive).” Así los productos provenientes del exterior dejarán de tributar un 7,5 %, haciendo más difícil para los productores locales competir. Además, el ministro de economía, anunció nuevas desregulaciones para la importación de electrodomésticos.
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Un país con menor producción industrial, es un país más dependiente del capital extranjero y con menos puestos de trabajo. Pero no es esto lo que preocupa a los directivos de la central empresaria; por el contrario están reclamando por aumentar la flexibilización laboral como medio para recuperar o aumentar sus ganancias.
La negativa del Presidente y su ministro de ser parte de la conferencia de la UIA sorprende porque rompe con la tradición de este evento. Pero va en línea con los ataques de José Luis Espert en la red social X como respuesta al comunicado de la entidad. El diputado oficialista había tildado a los empresarios de “caraduras”, les recriminó que “siempre les falta algo para competir” y los atacó afirmando que venden “cosas caras y de mala calidad”.
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La UIA, sin embargo, avala el esquema general del Gobierno que implica una apreciación cambiaria (dólar barato), el pago de la fraudulenta deuda externa y el ajuste fiscal. La disputa con el Gobierno no es por un modelo económico muy diferente, sólo buscan preservar sus propios intereses. Incluso hay diferencias entre los industriales, ya que los sectores ligados a la energía como Paolo Rocca o los bancos, están teniendo ganancias extraordinarias y muestran un mayor alineamiento con el Gobierno.
No hay ningún sector de los empresarios que busque una reconversión de la estructura productiva del país, un paso fundamental para salir del atraso y la independencia. Sólo un Gobierno de la clase trabajadora, conquistado con la movilización revolucionaria de la clase obrera y el pueblo pobre puede reorganizar la sociedad y permitir un desarrollo económico superior mediante la planificación democrática de la economía. Esto solo puede ser posible como parte de la pelea internacional por una sociedad socialista. Esa planificación democrática, ejercida por la propia clase trabajadora en cada empresa, podría garantizar un plan integral que, al mismo tiempo, que permitan el desarrollo, garantice cada vez mejores condiciones de vida para el conjunto del pueblo trabajador.