En la campaña electoral del 2023, Javier Milei dejó innumerable cantidad de frases polémicas, agravios, insultos y una tendencia muy particular hacia una comunicación informal y directa que penetró en una sociedad harta de las falencias de la política tradicional. Sin embargo, una vez que asumió, la mayoría esperaba que se moderara un poco, siguiendo el modelo de Donald Trump en Estados Unidos. Eso no pasó y se acumulan muchos actos y conferencias en donde insiste con vulgares referencias que sus antecesores no acostumbraban a hacer.
Meses atrás, Elisa Carrió se refirió a este lenguaje «vulgar» con referencias a lo «anal» como «guarango». Fue justo cuando Milei respaldó a su ministro de Economía, Luis Caputo, y dijo «nadie le va a tocar el culo a Caputo«.
Otro de los ejemplos es la referencia al «pedo de buzo» en al menos tres de sus discursos para graficar cómo subiría la economía a partir de las medidas que tomó su gestión.
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Muy similar fue el caso en el que durante una entrevista con Alejandro Fantino, explicó la situación cambiaria y un presunto intento de una corrida: «Quisieron llevar al dólar a $1800 y les dejamos el culo como mandril«, en referencia a que el dólar no llegó a esos niveles.
El último de los ejemplos directamente no es una frase sino un gesto, cuando en la convención de la IAEF en Mendoza y mientras brindaba un discurso hizo un gesto sexual frente a todos.
Ante esta conducta, PERFIL consultó a tres expertos en comunicación y oratoria política para entender este comportamiento. El primero de ellos, Jaime Duran Barba, un histórico asesor de Mauricio Macri, el PRO y la alianza Cambiemos cuando asumieron en el Ejecutivo, enmarcó este fenómeno en un contexto internacional y dio sus razones de por qué Milei habla con esas formas.
«El lenguaje de Milei es un nuevo idioma que está más allá de las palabras, que tiene que ver con las imágenes. Un idioma que también practica Trump en Estados Unidos«, comenzó.
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Pero además aclaró que no es Trump el único que comparte ese estilo con Milei: «Usa también el lenguaje con el que Boric ganó las elecciones en Chile, con el que Daniel Noboa ganó las elecciones en Ecuador, con el que Guillermo Lasso también había ganado las elecciones en Ecuador y con el que Trump llega al poder nuevamente. Son varios personajes que, indiferentemente de la ideología, tienen en común una nueva forma de comunicar«.
Por ese motivo es que Duran Barba argumentó que Milei no es un precursor en ese estilo de lenguaje, y que incluso fue Macri quien dio inicio a muchas de estas cuestiones: «Viene desarrollándose desde hace rato. En Argentina ya hubo una cosa semejante con Macri desde 2005, pasando por sus elecciones en la Ciudad hasta el fin de su presidencia que fue la primera vez que perdió. Lo que buscaba ese lenguaje es comunicarse con la gente. Y cuando Macri dejó de hablar ese idioma le ha ido como le ha ido«.
No obstante, está claro que Macri no tiene el mismo lenguaje vulgar y eufórico que Milei. Pero para el asesor, el objetivo es siempre el mismo: «Hay una línea que es llamar la atención. Algo de esto cuento en ‘El arte de ganar’, uno de mis libros. Si no llamamos la atención de la gente, perdemos todo el espacio. Nadie lee programas de gobierno ni páginas enteras de periódicos. La masa de lectores se comunica con mensajes cortos, usa más TikTok, Instagram. Con imágenes, con música, con chistes. Los memes hoy son más importantes que un manifiesto político. No digo que es el mundo que me gusta a mí, pero es el mundo en el que estamos».
Por eso, estas frases del jefe de Estado para Duran Barba tienen sentido y sí son algo distintas del resto de mandatarios de la región: «Es que la comunicación tiene que ser divertida, pero luego sí hay distintos estilos. Boric, por ejemplo, no dice malas palabras. El ex candidato Ojeda, en Uruguay, tampoco. Es algo más propio de Milei, pero son modalidades de un tipo de comunicación que busca llegar a la gente».
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«Hay que tener en cuenta que Argentina tiene más malas palabras que el resto de los países de la región. Los mexicanos no toleran el lenguaje argentino porque son muy educados. Pero en las elecciones se matan. Literalmente murieron 53 personas en las últimas elecciones. La cultura ‘tana’ en Argentina trae más gritos, pero nunca se matan. Es una cultura bulliciosa», agregó.
Por eso la conclusión del asesor es que «la comunicación de Milei es un Macri 2.0» y que «hay que entender que la pandemia agudizó la hiperconectividad, y Milei sabe expresarse en eso. Es el jefe, con la ayuda de (Santiago) Caputo, seguramente también de Karina (Milei), tiene gente muy brillante como Sturzenegger, una persona muy preparada. Milei ha demostrado que sabe dirigir».
El análisis del discurso de Milei
En el caso de Mauro Becerra, director de Trench Comunicación y vocal de la asociación argentina de consultores políticos (ASACOP), expresó a este medio una diferencia entre la comunicación en tiempos electorales y otra en época de gestión, algo que aparentemente Milei no logró diferenciar.
«Lo primero que podemos decir es que el uso de estas palabras no es para nada casual en el discurso del presidente Milei. Todo está relacionado con el uso de un código específico entre él, como líder, y sus seguidores. Mantiene la coherencia de ese modo directo y potente de verbalizar la política, que ha usado desde que inició su participación en esta área», aclaró.
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«También es interesante analizar esto desde la perspectiva de la diferencia entre la comunicación electoral y la comunicación de gobierno. La primera tiene un claro objetivo: ganar una elección. Con esto en mente, el discurso pensado para lo electoral busca movilizar a la ‘propia tropa’ y a quienes podrían estar cercanos al apoyo de un candidato. Para ello, suele emplear un tono emocional (emociones positivas o negativas, pero emociones al fin). La segunda, la comunicación de gobierno, es la que debe darse cuando un candidato accede al poder y debe gobernar para todos los ciudadanos: los que lo votaron y los que no. El principal objetivo de una buena comunicación gubernamental es lograr consenso en las acciones que se deben tomar. En vista de esto, podemos decir que el gobierno de Javier Milei mantiene aún un estilo de comunicación electoral, pese a llevar 11 meses en el poder en Argentina. Sin duda, sería deseable un paso hacia prácticas de comunicación más propias de gobierno y dejar de lado un corpus de conceptos y palabras tan ligado a la emoción. El 2025 tiene tiempo asignado para volver a la contienda electoral, con la comunicación correspondiente«, pronosticó.
Por último, José María Rodríguez Saráchaga, especialista en oratoria y comunicación política que trabajó, por ejemplo, con Mauricio Macri, se refirió a la importancia del «momento ideal» para cada discurso.
«Cada orador es bueno para un determinado público, en un determinado tiempo, en un determinado contexto. El discurso de Churchill, de ‘sangre, sudor y lágrimas’ hoy en Inglaterra, no sirve. Ante el mismo público, que serían los mismos londinenses, hoy no sirve. Entonces, Milei es eficiente en este contexto histórico, en este momento y para un determinado público», expuso a este medio.
«Para el ‘progre de Palermo Rúcula’, Milei es una abominación. Para el kirchnerista furibundo es todo lo que le dicen. Y para evidentemente más de un 30% es ‘el león, el mesías’, de la misma manera que Cristina (Kirchner) para su público hoy es inocente sin importar la carga de pruebas que tenga, entonces el público, todos los públicos, se guían por sesgos. Y el éxito de Milei consiste en haber caído en el momento justo en el momento adecuado en el que el público tenía este sesgo de, si querés llamarlo hartazgo, de 20 años de kirchnerismo, cansado de la tibieza de la oposición, de todo eso», concluyó.
JD / Gi