A Andrés le digo: No le salgas a Messi, esperale y tapale la zurda

En el rol de adolescente: como ocurrió a inicios de los 80, cuando pisó la tierra colorada proveniente de Villarrica, Paraguay, para instalarse definitivamente con su familia en Campo Grande y se prendía en cuanto picado habido y por haber, para de forma posterior afincarse en Aristóbulo del Valle y defender los colores del Atlético, el club local.

En el rol de adulto: cuando su entrega lo depositó en aquellos duelos ásperos con un Tigre de Santo Pipó que era “invencible”, o con Boca Unidos por los viejos Regionales, recuerdos que atesora y los mantiene vivos.

En el rol de padre: sí, como consejero y sostén de Andrés, el misionero que es el 5 de la selección paraguaya -que también se desempeña en el Vancouver Whitecups de la MLS-, y que mañana tiene la misión de frenar nada más y nada menos que el exitoso andar de la selección argentina, comandada por Lionel Messi y compañía.

En el rol del padre se desempeña como consejero y sostén de Andrés.

En todas estas facetas, Francisco Cubas se muestra de la misma manera: simple, como lo que es, y metido de lleno cuando el común denominador es el fútbol, la pelota, una de sus grandes pasiones.

Mano a mano con El Territorio previo al duelo entre las selecciones de Argentina y Paraguay por Eliminatorias, recordó que su vínculo con Misiones se dio cuando visitaban a familiares en Campo Grande. Luego, ya radicados en esa localidad, trabajaban en la chacra y “después me cambié a Aristóbulo. Vine a jugar en Atlético acá y conseguí un trabajo, me radiqué acá…”.

“Era comodín, jugaba de 5, lateral derecho, número 2, 6, pero donde más rendía era como 5, las características de Andrés, así era mi juego”, resumió respecto de su vínculo con la redonda.

Ese 5, el Francisco Cubas jugador, ¿repartía?

Sí, era la misma forma de Andrés, que no tiene tanto juego. Yo hablo con él, le digo que tiene que hacer jugar al equipo. Siempre fue típico: quitar, quitar y quitar, pero tiene distribución. Para que sea completo le falta eso, pero es una característica, en Boca se acostumbró a jugar así. Así era (cuando jugaba) con (Fernando) Gago, que distribuía y Andrés mucha entrega, pero no tiene el juego que necesita el verdadero 5.

Francisco nombra a su hijo, ovacionado en el último partido de la Albirroja ante Venezuela, y rápidamente se adelanta a lo que puede ocurrir mañana. “No sé si (Paraguay) no va a cambiar con Argentina, va a tener que jugar con doble 5 de marca. (A Andrés) le estoy diciendo ‘no le anticipes a Messi, esperale…’.  En la Copa América en Brasil le dije, con el doble 5: ‘Si van a salir a marcar a Messi, túrnense: que uno vaya y el otro espere’. Pero nunca hicieron; fue al revés, en línea y nunca hicieron el 5 atrás del otro. Cuando le pasaba a uno, el otro quedaba al costado. Porque si esperás, le puede pasar a uno, pero queda el otro”.

Actualmente Cubas es pieza clave en el Paraguay de Lechuga Alfaro.

Ese análisis lo traslada a este momento de Andrés, quien desde 2019 defiende los colores de Paraguay y a quien “(el DT Gustavo) Alfaro le acomodó un poco, con los otros técnicos salía muy lejos a los costados y no llegaba y quedaba expuesto a la amarilla o roja. Le acomodó bien… pasó con los otros técnicos que Andrés salía y la defensa no lo hacía, él no llegaba y quedaba un hueco y había que correr el doble. Alfaro acomodó eso, es un equipo corto y no hay muchos espacios para el 10 o el 9 rival. A Andrés le digo ‘no salgas, esperá’. De Messi le digo ‘tapale la zurda, siempre va a enganchar’. Andrés es vivo, capta la jugada contraria y ahora se acomodó”.

El presente

Hubo momentos agridulces hasta llegar a este buen presente de Andrés en la selección albirroja que hoy se encuentra en puestos de clasificación directa al Mundial. Al respecto, Francisco sostuvo que “lo tomamos con tranquilidad, sabiendo las condiciones de Andrés. Siempre tuvimos la esperanza, le apoyamos y le alentamos, si no tenés condiciones no podés pelear”.

Añadió que están “contentos como padres, los hermanos, la familia siempre apoyó. Sabemos que los primeros tiempos eran muchas críticas en Paraguay, yo le decía que no se bajonee, que iba a llegar su momento. Y pasó eso… él un poco dudaba. Y yo, conociendo mi país, que es jodido con los jugadores de otros lados, los nacionalizados. Y más si no mostrás un nivel acorde a las necesidades de la selección. Tenés que trabajar y si no, renunciás y chau”.

¿Cuánto incidió haberse formado y jugado en la primera de Boca?

Eso le ayudó muchísimo, formarse y jugar en la primera de Boca es otra cosa. Tenés buena imagen, eso le sirvió él. Por ahí no tuvo tantas oportunidades en un equipo grande, a veces la decisión de él… Si llegás a un equipo grande por ahí rendís mucho más. Siempre le hablamos que tiene que prepararse aparte. Porque algunos clubes no te exigen como un grande, por ahí la MLS te exige un 60% y el fútbol argentino te exige al 100%. Y eso a veces perjudica, tenés que trabajar aparte, tener un profe a la tarde porque la exigencia en la selección es grande. Y en un partido ante Argentina tenés que estar al 100%.

¿Un punto positivo es que Andrés siempre fue consciente de que para estar en la selección hay que estar al 100%?

Sí, más si no sos del mismo país. Si sos del mismo país no te putean tanto, diríamos de forma futbolera. Pero si venís de otro lado, tenés que rendir al máximo para convencer. Él se dio cuenta y aprovechó su momento, pero como el fútbol es cambiante si perdés o no tenés un buen rendimiento, se fue todo al diablo. El fútbol es actualidad, si jugaste bien con Argentina te dicen ‘qué bien’. Pero si jugaste mal, el reconocimiento quedó de lado. Lastimosamente es así.

El mayor del clan Cubas recordó cuando estaba la propuesta sobre la mesa para que Andrés represente a la selección paraguaya. Llegó el momento de tomar la decisión y la primera vez que le hablaron “charló con nosotros y le dijimos que si le gustaba que no dé muchas vueltas; y le gustó y lo apoyamos”.

“A veces las inferiores no te enseñan todo, llegás a primera y los técnicos creen que tenés que saber todo. Y también hoy en día hay pocos técnicos que te enseñan. Por ahí un técnico, Guillermo (Barros Schelotto), no sabe cómo funciona el puesto del 5, sabe cómo desborda un wing, pero no el trabajo que debe hacer un 5. Y en Europa es distinto, un 2 trabaja con el defensor y el volante central trabaja con los volantes. Acá no trabajan lo individual, hacen más grupal, muchos técnicos trabajan más en estrategia. Entonces llegás a primera y los técnicos creen que sabés todo y no es así”, reflexionó sobre cómo llega un futbolista a primera división.

¿Dónde cree que incorporó más cosas que lo hicieron crecer como jugador?

En Vancouver trabajan bien, y en este momento con la selección. En este momento, está a la altura del nivel de Talleres, parecido en la selección a como jugaba ahí, pero conociéndole tiene que rendir más. Con más experiencia, esto de la selección le va a servir para rendir más. Después viene la forma del técnico, cómo te para en la cancha, en qué puesto podés rendir… a veces cuesta, como también uno agarra un técnico que entiende dónde tiene que rendir o el jugador aprovecha al máximo la idea del técnico. Son un montón de cosas.

¿Cómo imagina el partido con Argentina?

Argentina tiene un súper equipo, en Sudamérica es casi imposible jugar de igual a igual. Seguramente el técnico va a planificar lo mejor y aprovechar dónde puede contrarrestar. Jugar de igual a igual es muy difícil, seguramente el técnico va a contraatacar. Ni un equipo de Sudamérica está en ese nivel, tiene varios jugadores de jerarquía que en segundos aprovecha el error contrario. Paraguay va a hacer lo mejor.

¿Quién es más suelero, usted o Andrés?

“(Risas) Somos parecidos, estamos empatados. Me gustaba meter como Andrés y dejaba todo en la cancha, pero no era malintencionado. Es nuestra característica, Andrés está en ese perfil y ojalá le salga bien, porque son momentos en que un jugador tiene que aprovechar. Un partido contra Argentina todo jugador quiere jugar, te ve todo el mundo y después salen los comentarios. Sirve para crecer, porque nunca un jugador crece del todo. Sirven estos partidos para saber dónde estás parado.

Como papá, cuando lo ovacionaron contra Venezuela, ¿qué sintió?

Una alegría tremenda de la familia. No pudimos ver ese partido porque hubo un corte de luz de las 2 de la tarde hasta la una de la mañana. Lo vimos después. Es un orgullo como familia, el momento de él nos da mucha alegría, siempre estamos al lado de él, es nuestro sostén y no hay alguien que no esté contento de la familia. También sufrimos las críticas y bueno, perfil bajo. Tiene que seguir trabajando. Ojalá le salga bien y reciba la ovación. Va a ser un lindo partido, para mí un empate es un buen resultado.

Situación de partido: Messi encara y pasa la pelota… ¿Messi pasa?

Hay que buscarle la forma. No digo pegar, un foul liviano, de alguna forma lo tenés que parar. Si sos marcador, estás preparado para marcar, tenés que tener recursos sino no sirve. Es lo que siempre le digo, ahí mostrás tu capacidad para marcar. Calculo que Andrés está capacitado, pero está Messi enfrente, no está cualquiera.