El mismo día que hubo paro de transporte y se cancelaron y reprogramaron cientos de vuelos, el país recibió un premio por la política de cielos abiertos que impulsa el Gobierno. Fue durante la cena de gala de la principal conferencia de aviación comercial de América Latina y el Caribe, ALTA AGM & Airline Leaders Forum, que se realiza todos los años y esta vez tocó en Nassau, Bahamas.
El caso argentino llegó a la isla en la que viven poco más de 200.000 habitantes y sobresalió en la 20° edición de la cumbre que reunió esta semana a más de 300 CEOs, ejecutivos y referentes del sector, que debatieron sobre cómo ampliar la conectividad aérea de la región y hacerla más eficiente.
Con los ojos puestos en las últimas medidas que tomó, la Argentina se convirtió en un “caso modelo” para la industria, lo que le valió el “Alas de América 2024”, reconocimiento anual que entrega la Asociación Latinoamericana y del Caribe de Transporte Aéreo (ALTA), entidad organizadora del evento que nuclea a 51 aerolíneas que representan el 52% del tráfico aéreo de la región.
“El premio, más allá de un reconocimiento personal o profesional, es al esfuerzo que está haciendo toda la industria en la Argentina para cambiar más de 70 años con un nuevo paradigma”, señaló en un video grabado, frente a los aplausos del público presente, Hernán Gómez, subsecretario de Transporte Aéreo, quien asumió en abril.
Video
Argentina premiada con el «Alas de América»
“Todos los años reconocemos a una persona o institución privada o gubernamental que contribuya al crecimiento y la mejora continua de la industria aeronáutica en América Latina y el Caribe. En este caso fue para Hernán por su trabajo de apertura”, le explicó a Clarín el CEO de ALTA, José Ricardo Botelho.
El ejecutivo brasileño es experto del sector, con vasta participación en el diseño de tratados globales. Presidió la Agencia Nacional de Aviación Civil (ANAC) brasileña y fue asesor del Ministerio de Seguridad Institucional de su país, con una mención honorífica al dejar el cargo. Se desempeñó como jefe de gabinete y coordinador general de la Policía Criminal Internacional, desarrollando actividades de la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol) en Brasil. Y, entre otros puestos, fue secretario nacional de Seguridad para Grandes Eventos en el Ministerio de Justicia, con el armado del presupuesto para el Mundial de 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016.
“Queríamos que los asistentes vean el caso argentino de primera mano. Con inversiones intensivas, la aviación necesita tener clara la mirada del país, cuál es el camino que va a seguir. Es un proceso, hay que darle tiempo. Pero va por buen rumbo, con toda la industria sentada a dialogar. el sector espera que haya un efecto contagio en América Latina y el Caribe de las medidas que tomó la Argentina”, destacó.
Según ALTA, el promedio de vuelos per cápita anual en la región es 0,47. Nada, teniendo en cuenta 660 millones de habitantes. La apertura va a generar beneficios para los 43 millones de la Argentina, que además tiene un potencial turístico tremendo con oportunidades en mercados de la región como Brasil, con 210 millones. Facilitar el camino para que las aerolíneas lleguen es generar inclusión social y empleos directos e indirectos, un catalizador de crecimiento”, consideró Botelho.
“La Argentina está haciendo lo que Brasil, Colombia y Ecuador ya hicieron en parte, y esperamos que más se sumen. Cuando se adoptan las medidas necesarias, los beneficios se transfieren inmediatamente al pasajero. Nunca se sacó un impuesto de un ticket, por ejemplo, y un país dejó de ganar. En 2023, Ecuador bajó impuestos y tuvo este año récord con nuevas rutas. Lo mismo Brasil, que cuando empezó a quitarlos pasó de 33 millones de pasajeros a 110 millones. Hoy es el país con más operadores internacionales del mundo. También sucedió con Cartagena, que bajó el IVA. El país no pierde, todos ganan, y gana la población”, apuntó en relación a la alta carga impositiva que pesa en los vuelos en la Argentina.
Más allá de la situación local, Botelho destacó que los cambios deberían acompañarse con acuerdos como los que existen en Europa, a través del Mercosur. “Lo necesitamos por nuestra compleja geografía y escasa infraestructura. Una aerolínea que vuela en la Argentina, certificada por la autoridad nacional, tarda hasta tres años en hacer los trámites para abrir operaciones en un país de la región”, concluyó.
SN