En los últimos seis meses que van de octubre 2023 a marzo 2024 hubo una pérdida de 94.000 empleos formales registrados privados. En tanto, el empleo público se redujo hasta febrero en 54.000 personas.
La información surge de la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL) y del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) que elabora la Secretaria de Trabajo. El informe indica que “como es habitual en la mayoría de las fases contractivas, la caída del empleo formal se explica centralmente por la decisión de las empresas de suspender las contrataciones de personal frente al declive de las ventas y la producción. En este sentido, las desvinculaciones de personal por despidos o por renuncias no son los factores más relevantes para determinar la caída del empleo formal”.
En parte las desvinculaciones voluntarias decididas por las personas se reducen en una magnitud considerable en todas las fases recesivas, dice el informe. “La principal explicación de este fenómeno es que la caída de las contrataciones limita el número de trabajadores que renuncian a sus puestos para cambiar de trabajo y acceder a otro. Así, la tendencia declinante de las bajas decididas por las personas obedece a un escenario de escasas oportunidades laborales, provocado por la decisión de las empresas de frenar las incorporaciones de personal”.
A su vez, “una proporción de las bajas mensuales se explican por contratos de trabajo de muy baja duración: de acuerdo a la información proveniente del SIPA, cerca de una cuarta parte de las relaciones laborales mensuales que se interrumpen se explican por empleos que duran entre uno y dos meses”.
En el mes de febrero se contabilizaron 10.237.000 de personas con empleo asalariado registrado (el sector privado 6.344.000, el sector público 3.436.000 y el trabajo en casas particulares 456.000) y 3.097.000 con trabajo independiente (monotributistas y autónomos).
El conjunto de personas con empleo asalariado registrado mostró una caída en febrero del 0,2%, lo cual se traduce en 16.000 personas menos con un empleo asalariado. Se observaron caídas de empleo en el sector privado y en el del personal en casas particulares (0,3% en ambos casos). Por su parte, el sector público mostró una variación de 0,2% en la cantidad de personas ocupadas.
Por su parte, la remuneración nominal bruta promedio de febrero 2024 fue de $ 861.603, y creció 245,6% con relación al mismo mes del año anterior. Por su parte, la mitad de los trabajadores percibió menos $623.211, y aumentó 245% en la comparación interanual.
“Uno de los sectores que explica la caída del empleo es la construcción, que dejó de crecer en junio 2023 y se encuentra acelerando su ritmo de caída. A esto se le suma hoteles y restaurantes, que había alcanzado un nivel máximo de empleo en agosto 2023 y que, a partir del mes siguiente, comenzó una tendencia contractiva. En los últimos meses, también dejaron de crecer industria, transporte, almacenamiento y comunicaciones, y, más recientemente, comercio y reparaciones. El desempeño conjunto de estos sectores, que hasta hace poco tiempo se encontraban creciendo, explica buena parte del cambio en la situación actual del mercado de trabajo formal”.
A nivel provincial, en febrero se observó que el empleo asalariado registrado del sector privado se contrajo en veintiuna jurisdicciones y se expandió en tres. Dentro del grupo de provincias que más contrajeron su empleo asalariado formal se encuentran: La Rioja (-5,6%), Misiones (-3,7%), Formosa y Santiago del Estero (ambas -1,5%). En cambio, las tres provincias que expandieron el empleo fueron Salta (0,5%), Mendoza (0,5%) y Santa Cruz (0,4%).
Por su parte, en marzo de 2024, de acuerdo a la información relevada por la EIL en las empresas de más de 10 trabajadores localizadas en once aglomerados urbanos del país, el trabajo asalariado formal privado continuó cayendo en una magnitud sostenida. El nivel de empleo se contrajo un 0,5% en relación a febrero y un 0,6% en términos interanuales, señala el informe laboral.