A juzgar por la cantidad, ya son legión las plataformas que se dedican al negocio inmobiliario. Muy pocas llegan demasiado lejos. Y menos aún se basan en un hub de inteligencia artificiall con 30 expertos en ingeniería de datos en Buenos Aires que se dedican a detectar oportunidades en Estados Unidos.
Es el caso de Keyway, fundada por Matías Recchia, 42 años, que tiene credenciales en el ecosistema emprendedor: fue el fundador de Iguana, que ofrecía servicios desde plomería a carpintería y fue vendida a dos colosos, la estadounidense Black&Decker y la brasileña Madeira.
Con partida de nacimiento en Argentina, Recchia pasó su infancia en aquella Venezuela antes de Chavez de la mano de su padre, ejecutivo del grupo Pérez Companc. Estudió en la London School of Economics y se embarcó en esta plataforma. Ya arrasó con 500 millones de dólares para diversas operaciones inmobiliarias.
Para Keyway se asoció con el ex Google Sebastián Wilner y sumaron a expertos de Goldman Sachs y Blackstone. Recchia dice que se trata de “una plataforma que utiliza inteligencia artificial y análisis de datos para encontrar y ejecutar oportunidades en real estate”.
Y lograron que los apoyaran los fondos Canvas de San Francisco, Roofstock, una compañía de compra y venta de casas individuales, y Rebecca Lynn, la primera inversionista en la multimillonaria Lending Club. Cuentan con un board de asesores donde figura la familia propietaria de Thompson Reuters.
Por cierto, están en un rubro complejo que admite muchos matices. “Lo que vimos en Estados Unidos es que se compra el típico departamento en Miami y no se sabe bien cuáles son los retornos. O se invierte en un fondo público que tiende a transacciones muy grandes y los retornos no son necesariamente geniales. Hay pocas opciones y con la cantidad de datos que dan vueltas, con inteligencia artificial se pueden re-utilizar para mejores conclusiones acerca de qué barrios se están gentrificando y dónde aumentan los precios más rápido, qué edificios están mal manejados y si hay oportunidades de mejorarlos. O cuáles edificios se pueden reposicionar fácilmente, además de conocer qué dueños pueden tener problemas con su deuda y están dispuestos a vender más rápido y a menor precio”, dice Recchia a Clarín.
La plataforma canaliza dinero de familias, fondos de inversión y de riesgo algunos de Argentina, Uruguay, Brasil y México, a los que les diseñan portafolios a medida en esas transacciones en EE.UU.
“A un grupo de familias chilenas les armamos un portafolio de 30 oficinas médicas, a US$ 3 millones cada una, con contratos de alquiler de largo plazo y les rinde un 12% anual en dólares. En Dallas, por ejemplo, vimos que había mucha construcción de lujo, pero que había muy pocas opciones para departamentos de alquiler para clase media, media baja. Agregamos un portafolio de edificios en zonas muy buenas donde había posibilidad de gran apreciación de la tierra, pero a la vez genera 7% anual.
-Tras la crisis por las hipotecas en EE.UU. en 2008, ¿cuál es el clima actual para esas inversiones?
-Existe volatilidad en las tasas de interés y poca claridad. Los bancos son muy cuidadosos a la hora de prestar. Los vendedores están pensando en precios de hace dos o tres años. Hay mucha plata sentada al costado, pero busca un ajuste de precios. Un caso son las oficinas. Nosotros no invertimos en ese sector. Pero en oficinas de lujo, clase A, como One Vanderbilt, la torre más nueva, en Nueva York hay precios récords y lista de espera. Y en las clase B hay un nivel de desocupación ridículo, del 60, 70%.
-¿Qué pasa en otros sectores?
-En residencias para clase media no se ha construido nada nuevo y están subiendo los alquileres. Y lo relacionado con la distribución y la logística funciona muy bien.