El matrimonio es un hito en la vida de muchas personas. En esta ceremonia, los seres queridos acompañan a los futuros esposos a celebrar su unión y una de las figuras destacadas son los padres, quienes se encargan de entregar a sus hijas en el altar. Una mujer en Nueva York, Elisabeth Linde, tuvo que modificar estas tradiciones para que su papá pudiera estar presente en su momento especial.
En redes sociales se viralizó la historia de la mujer, de 31 años, que decidió cambiar sus planes y casarse en un hospital. Linde tenía planeado decir “Sí, acepto” el cuatro de junio de 2023. Pero días antes de la anticipada fecha, su padre, Stuart, fue diagnosticado con un mesotelioma.
De acuerdo con Mayo Clinic, se trata de un tipo de cáncer maligno y mortal que “se produce en la capa delgada de tejido que recubre la mayoría de los órganos internos”. En la mayoría de los casos, no hay cura.
El hombre, de 56 años, fue admitido en un hospital en Nueva York y la futura novia decidió que no se iba a casar sin la presencia de su padre. “Cancelé mi boda y me casé en la habitación de mi padre en el hospital el tres de junio. Mi papá era una de las personas que más me apoyaba, tenía que estar ahí”, dijo Elisabeth Linde en una entrevista para The Post. Dos días después, el cinco de junio, falleció.
La mujer compartió los videos de su matrimonio en el hospital casi un año después. Los videos se volvieron virales en TikTok, el primero acumula más de 65,3 millones reproducciones mientras que el segundo supera los 10,2 millones.
En las imágenes, se puede ver cómo Linde, vestida de novia, camina hacia la habitación rodeada de sus invitados y el cuerpo médico, quienes se paran a lo largo de los pasillos. Después, llega a su destino a encontrarse con su futuro esposo, su padre y su hijo, Gabriel.
“Le dije lo mucho que lo amaba y le agradecí por todo lo que hizo por mí y mi esposo”, comentó la recién casada al medio. Además, contó que su papá fue quien los ayudó a recuperarse de la drogadicción: “Él y mi madre nos acogieron. Mi papá me motivó a volver a la escuela y obtener mi certificación de enfermera. También, siempre se aseguró de que mi hijo tuviera una buena vida”.
Por Sofía Arias Martínez