En febrero de 2024, el Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) registró una caída de 3,2% respecto al mismo mes de 2023.
El indicador desestacionalizado contra enero disminuyó 0,2%. En el primer bimestre la actividad se retrajo 3,6%, según informó el INDEC.
La de febrero fue la cuarta caída consecutiva de la actividad, aunque en los últimos tres meses se viene desacelerando. En diciembre la pérdida había sido de 4,5% y en enero, de 4%.
Para este año el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) que realiza mes a mes el Banco Central pronostica una caída del 3,5%, mientras que el Fondo Monetario es más optimista y acota la pérdida a 2,7%.
En el segundo mes del año, la mayor pérdida interanual le correspondió al sector de la Construcción, con -19,1%, seguido por Intermediación financiera con -12,1% e Industria con -8,4%.
En cambio, el rubro que más creció fue Pesca con el 31,6%, seguido por Minas y canteras con 11,7% y Electricidad, gas y agua, con 7,6%.
En este marco, desde la Unión Industrial Argentina manifestaron «su seria preocupación por la caída de la actividad y su impacto, principalmente en las pequeñas y medianas industrias».
Según datos del informe del Centro de Estudios de Unión Industrial (CEU) en febrero la actividad industrial registró una caída interanual de -6,8% y una suba mensual de +0,7%, sin estacionalidad.
Se trata del noveno mes consecutivo con caída, mientras que el primer bimestre de 2024 acumula un descenso interanual de -8,3%. A nivel sectorial, el informe muestra que la tendencia a la baja se da en la mayoría de los rubros que componen el índice: en 9 de 12 cayó el nivel de producción.
Los datos preliminares de marzo anticipan un empeoramiento de la tendencia con incremento de costos y caída de la demanda.
«La recesión económica se profundizó en febrero dado que, en términos desestacionalizados, el EMAE cayó 0,2% mensual y anotó su cuarta caída al hilo», señaló Emilio Prado, economista de la Fundación Libertad y Progreso.
«Una relativa buena noticia es que la magnitud de la caída contra el mes anterior se moderó en relación a enero (-1,2%) y diciembre (-2,8%). Esto nos indica que el piso de la contracción está cerca y, más específicamente, posiblemente lo encontremos en el mes de abril», apuntó Prado.
En ese sentido, «se puede inferir otra caída en marzo a partir de los datos provistos por algunos sectores como Indice Construya (-11,2% mensual) y la producción automotriz (-29,4%ia), al igual que la contracción real en la recaudación del IVA DGI del 18,0%, indicio de una nueva caída en el consumo», agregó Prado.
Para Fernando Marull, director de FMyA, «por sectores se ve una desaceleración en las caídas en diciembre, enero y febrero en comercio y en industria y esto se compensa bastante con el crecimiento de minería y agro».
«En marzo o abril cuando entre la cosecha el EMAE va a pasar a dar positivo contra el mes anterior. Los dos drivers van a ser una estabilización del consumo y la cosecha. Por ahí no se siente en la calle, pero esos son los datos que van confirmando que no es un derrumbe tremendo».
En cambio desde Aurum Valores marcan que «la perspectiva recesiva sigue agravándose, sin señales de mejora más que algún aporte del sector agro».
Para Sebastián Menescaldi, economista de EcoGo, los números de marzo van a ser peores a los de febrero. «El mes pasado hubo una caída fuerte en autos y estamos viendo una baja para la industria del 15 a 20% en ese mes». Explica que el efecto del shock devaluatorio de diciembre se está haciendo sentir con tres meses de retraso, «lo que pega sobre las importaciones y la actividad».
Para Menescaldi, «la actividad empezaría a recuperarse en abril por el efecto del agro, por lo que podría haber una leve suba en el segundo trimestre».
Lo que está ocurriendo con la actividad tiene relación con los logros que exhibe el gobierno a nivel cambiario. «Entre juntar reservas y recomponer la actividad el gobierno eligió las reservas. La caída de la actividad se va a sentir sobre los ingresos públicos y a partir de abril va a ser más complicado tener un resultado fiscal bueno».