martes 02 de abril de 2024 | 19:30hs.
Juan Antonio Solonyezny, director general de Atención a Veteranos de la Guerra de Malvinas y asesor Jurídico de la Federación, y Norberto Hermes Aguirre, quien fuera por entonces cabo de artillería, repasaron las consecuencias de aquel conflicto bélico desatado el 2 de abril de 1982 y que llegó a su fin el 14 de junio, cuando se dio la capitulación argentina. Como resultado, murieron 649 soldados argentinos, 255 británicos y 3 civiles isleños.
Sobrevivir posterior a la guerra representó una batalla personal muy dura. “Casi la misma cantidad de gente muerta en combate es la que se suicidó después de la guerra de Malvinas, hasta la actualidad. Es otra triste realidad también”, resumió Aguirre, que también es recordado por su paso en la administración pública como intendente de Eldorado. Reflejó de esta manera el impacto y consecuencias posteriores de quienes por entonces eran jóvenes de entre 18 a 20 años.
Para determinar las condiciones actuales de vida de cada excombatiente, Solonyezny indicó que están realizando un relevamiento de la situación. Como primer diagnóstico, informó que detectaron que muchas personas terminaron muy afectadas en su salud, por lo que -indicó- están trabajando en ese sentido.
Aquel 2 de abril, una fuerza conjunta de la Armada y el Ejército desembarcaron en Malvinas después de 149 años de usurpación inglesa. Se concretaba el desalojo sin producir bajas a las fuerzas militares y autoridades británicas y al día siguiente se daba conocer que la soberanía de las Islas Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur estaba en manos de la Argentina. En forma posterior, comenzarían los ataques ingleses hasta la capitulación argentina.
Aguirre destacó que entre los soldados que fueron a Malvinas había por igual “valor, coraje e inconsciencia” propio de un joven de esa edad. También añadió que “había algunos camaradas suboficiales de mayor edad, de entre 35 a 40 años, a quienes miraba y decía: ‘estos están cagados de miedo’. Y la verdad, tenían miedo, pero el miedo no es zonzo. El tipo era consciente de lo que estábamos viviendo”.
Sobre los jóvenes soldados añadió: “Cuando llegó la hora de pelear se olvidaron que hacía frío, tenían hambre. Esos chicos de la guerra, se transformaron en verdaderos hombres y leones en ese momento”.
Solonyezny, por su parte, indicó que están por terminar de realizar el registro de los excombatientes que les permitirá conocer cómo se encuentran viviendo en este momento.
Visita de Passalacqua al Museo
El gobernador Hugo Passalacqua visitó este martes el Museo Soldado Argentino que está a cargo de Luis Cabral, un ex combatiente de Malvinas que, a los 19 años, formó parte del Regimiento de Infantería Mecanizado 4 de Monte Caseros durante la guerra de 1982.
Cabral destacó que la misión que tienen ahora es “recordar a los caídos, para que no caiga en el olvido”.
Passalacqua destacó el rol del Museo, sobre todo “ahora que uno escucha ciertas cosas, como volver hacia atrás, desmalvinizar, retroceder, como que no pasó lo que pasó”.
Por eso el mandatario provincial valoró la preservación de la memoria para que la historia “se transmita de generación en generación, para la memoria de todos”.
Resaltó así la tarea de Cabral, un excombatiente que instaló en su hogar el Museo Soldado Argentino. El lugar alberga una colección de objetos vinculados a su experiencia en el conflicto bélico.
Entre los elementos exhibidos, según se detalló, se encuentran prendas de su uniforme utilizado en combate, etiquetas de latas de comida, tierra de las Islas Malvinas donada por familiares de otros soldados, fotografías, recortes de publicaciones de la época y copias de mapas de las posiciones de las tropas argentinas y británicas.