viernes 22 de marzo de 2024 | 5:30hs.
El ex preso político Ricardo “Pelito” Escobar sostuvo que se vive “un momento muy peligroso en la Argentina” ante el negacionismo de las consecuencias del golpe militar y que tal situación puede alentar la violencia. En vísperas del día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia, sostuvo que es necesario dar una batalla cultural por la verdad. El próximo 24 de marzo se van a recordar 48 años de aquel golpe cívico militar ocurrido en 1976 y que se extendió hasta el regreso de la democracia en 1983. Sobre aquella fecha, quien fuera ministro Coordinador de Gabinete, militante juvenil del peronismo, integrante de la renovación, repasa aquellos duros años para los argentinos.
¿Qué análisis hace en víspera de un nuevo aniversario del último golpe militar en el país?
Evidentemente estamos ante un Estado Nacional negacionista de los hechos sucedido en aquella década infame de los ‘70 donde una dictadura militar llevó adelante una política económica destructiva, también cultural, educativa. A todos aquellos que se oponían a esa política, no tenían mejor idea que secuestrarlos, torturarlos y hacerlos desaparecer; además de violar a nuestras compañeras y apropiarse de los hijos de nuestros compañeros, con una decisión tomada por el mando militar de las fuerzas armadas. Además, hacían desaparecer los cuerpos para que no quedaran evidencia, pensando con eso de que iban a lograr impunidad, cosa que, gracias a la lucha de las Madres, de las Abuelas y la militancia política democrática que resistió y luchó, esto no fue así. De esta manera, se logró realmente uno de los hechos más importantes de la historia de los argentinos y Latinoamérica, que es hacer justicia con las leyes en la mano, con el Estado de derecho en democracia. La verdad es que nos llena de orgullo eso. Este estado nacional encabezado por el presidente (Javier) Milei, niega absolutamente esta realidad. Eso da todo un marco para que los violentos vuelvan a aparecer, los autoritarios vuelvan a aparecer y se desaten algunos hechos de persecución.
El presidente dice que acá no existieron 30.000 desaparecidos y tenemos una vicepresidenta que milita absolutamente por el negacionismo y dicen que todo es mentira, que esto no pasó. La verdad que estamos ante un momento muy peligroso de la Argentina.
Por lo tanto, hoy más que nunca, quienes vivimos y sufrimos las consecuencias de la represión de la tortura, de la dictadura, salimos a decir nuestra verdad. Creemos que estamos ante una batalla ya cultural una batalla por la verdad y vamos a defender, hasta lo último.
Vamos a defender esta verdad, que acá existió una dictadura militar, que secuestraban, que torturaban que nos llevaban a los campos de concentración y luego nos hacían desaparecer a miles y miles de argentinos para tirarnos luego en el mar, en el río o en alguna fosa común.
Hay una versión que está circulando con mucha insistencia de que en el Día de la Memoria Verdad y Justicia el presidente otorgue algún indulto a los genocidas. ¿Qué sabe del tema?
Creo que lo del indulto si fuese así, sería un crimen realmente; porque acá la justicia condenó a más de mil represores. Si hay o no algún algún beneficio extra para los represores, la verdad que no sé y sería también una gran irresponsabilidad porque quiere decir que mañana vos torturar bajo el amparo de las instituciones de las fuerzas armadas, secuestras, torturas, violas, asesinas y no pasa nada. Eso es realmente terriblemente. Grave.
Misiones también tuvo serias consecuencias…
También hay que tomar conciencia que Misiones no fue ajena a todo lo que pasó a nivel nacional. Cuando hablamos de desapariciones, de asesinatos de torturas, estamos hablando también de acá de los misioneros. Estamos hablando de los campos concentración que existieron en el Regimiento de Posada en la avenida San Martín, el campo de concentración de la Jefatura de Policía que sigue estando en la calle Tucumán y Santiago del Estero; el campo de concentración que existió en la Policía Federal ahí en la calle Ayacucho y que estuvimos nosotros secuestrados, torturados ahí en esos lugares. Como los campos de concentración en Acaraguá, en distintos puntos de Campo Grande, Aristóbulo del Valle donde concentraban a todos los militantes y vecinos del Movimiento Agrario Misionero y la guía agraria misionera.