La exintegrante de Bandana, Lissa Vera, estuvo como invitada en el programa de Juana Viale y reveló, a más de veinte años de la separación del grupo, cuál fue la verdadera razón que llevó a la disolución de la banda en 2004. La cantante explicó que la fama que alcanzaron no se correspondía con el trato económico ni con las condiciones en las que trabajaban, lo que derivó en tensiones internas y un desgaste inevitable.
En diálogo con la conductora, la artista recordó que “en un momento la fama era tan grande, pero no concordaba la parte económica. Se empezaron a distanciar uno del otro y eso, sumado a problemas personales y al agotamiento artístico, nos empezó a pegar y a condicionar”.
Además, reconoció la importancia de Gustavo Yankelevich en la formación del grupo, aunque no dejó de señalar dificultades en la relación profesional: “Le quiero mandar un beso enorme a Gustavo, lo queremos muchísimo. La oportunidad que nos dieron me cambió la vida. Pero sí hubo desinteligencias entre él y nosotras. No comíamos, íbamos de gira y no había plata para los viáticos”.
En ese mismo sentido, relató un episodio en el que sufrieron problemas de salud durante una gira internacional: “Un día tomamos agua en Perú y nos intoxicamos todas porque no teníamos plata para comprar. Éramos chicas, menores de edad, y la plata que era para los viajes de promoción desapareció”.
LA SEPARACIÓN DE BANDANA
Vera también expuso las diferencias en el trato entre su grupo y otros artistas de la época. “Nos pusieron en un hotel tres estrellas y a Mambrú en uno cinco estrellas, y encima estaban en diagonal. Nosotras los mirábamos y decíamos: ¿esto está pasando de verdad? Los chicos no tenían la culpa, pero la situación era evidente”, recordó.
Finalmente, la ex Bandana reflexionó sobre cómo esas experiencias marcaron su camino: “Yo acá vengo y prendo fuego a todo el mundo. A veces es bueno que pasen esas cosas porque hacen que vos sigas por un camino, las otras por otro, y que llegues a donde estás hoy”. Con esas palabras, dejó en claro que la separación, aunque dolorosa, fue también el inicio de una nueva etapa personal y artística.