La tradicional marcha de San Cayetano (el patrono del pan y el trabajo) buscará este jueves 7 de agosto amplificar el sentido de su habitual carácter religioso. Será la muestra de un esfuerzo de unidad de múltiples espacios políticos y sociales enfrentados con el gobierno libertario. «Será un acto anti-Milei», es el desafío que se plantean los movimientos sociales, la CGT, las dos CTA y diversas agrupaciones políticas, estudiantiles, religiosas y de derechos humanos que se movilizarán desde el santuario ubicado en Liniers hasta confluir en Plaza de Mayo para renovar sus críticas al ajuste y los reclamos por la situación socio-laboral.
El acto de evidente tono político frente a la propia Casa Rosada marcará el cierre de la protesta impulsada bajo el lema «Paz, Pan, Techo y Trabajo» por la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), que en las últimas semanas logró articular la protesta con la adhesión de la conducción de la CGT y las dos vertientes de la CTA.
Pese a sumarse a la movilización, desde la principal central sindical aclararon que se trata de una convocatoria de las organizaciones sociales y que el acompañamiento gremial no supone una decisión de la entidad retomar la ofensiva de confrontación con el Gobierno. «Algunos gremios van a participar y seguramente será multitudinaria porque hay un hartazgo bastante grande», apuntaron en la cúpula cegetista ante la consulta de Clarín.
También la protesta cosechó el respaldo de algunas agrupaciones políticas, como el caso de La Cámpora que lidera Máximo Kirchner, además de movimientos de estudiantes, de jubilados, organizaciones religiosas, y de derechos humanos como Madres y Abuelas de Plaza de Mayo. «Peregrinaremos desde Liniers hasta la Plaza de Mayo para ser la voz de los que quieren silenciar. Marchamos para demostrar que la comunidad organizada es la única respuesta frente a un modelo que nos quiere solos y vencidos», afirma el pliego de convocatoria a la marcha.
La jornada de protesta arrancará temprano por la mañana en la iglesia ubicada en Cuzco y avenida Rivadavia, en el barrio de Liniers. Allí las columnas nutridas por militantes de la UTEP, la agrupación que lidera Alejandro Gramajo -que políticamente se referencia en la figura de Juan Grabois-. y el resto de las organizaciones sociales participarán de una ceremonia religiosa de bendición de herramientas que marcará el inicio de la movilización. Desde allí los manifestantes marcharán por la avenida Rivadavia y volverán a detenerse en Plaza Flores para rendir un homenaje al Papa Francisco.
La movilización encarará luego su tramo final hacia la Plaza de Mayo. Frente al Congreso se sumarán otras organizaciones de estudiantes, jubilados y gremios, mientras que en las columnas movilizadas por la CGT se incorporarán a la protesta desde su lugar de concentración, en la esquina de Diagonal Sur y Perú, para confluir juntos frente a la Casa de Gobierno Aunque se descarta que será una manifestación multitudinaria, la participación sindical será más testimonial. Estarán referentes de importantes gremios, como los casos de Sergio Palazzo (Bancarios), Abel Furlán (UOM) y hasta los líderes de Camioneros, Hugo y Pablo Moyano, que convocaron por separado a la protesta.
«Vamos a expresar la necesidad de ponerle un freno a esta política de miseria planificada que lleva adelante el gobierno nacional y que hace más de un año viene arrasando con la dignidad de los laburantes y los que menos tienen”, aseguró Gramajo en la previa a la marcha de San Cayetano. Y consideró que la protesta constituye «una oportunidad para seguir uniendo las luchas en un momento de oscuridad, siempre en unidad con el conjunto de la clase trabajadora, junto a los jubilados y la discapacidad que luchan contra el veto cínico del Gobierno», enumeró.
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