En la Casa por la Identidad, Abuelas de Plaza de Mayo anunció este lunes la recuperación del nieto 140, hijo de Graciela Alicia Romero y Raúl Eugenio Metz, secuestrados en diciembre de 1976 en Cutral-Có, Neuquén, durante la última dictadura cívico-militar.
El hombre, cuya identidad fue restituida tras años de búsqueda, nació el 17 de abril de 1977 en el centro clandestino de detención La Escuelita de Bahía Blanca, donde su madre estuvo cautiva. Su hermana, Adriana Metz, presente en el acto, lo buscó incansablemente y hoy celebra el reencuentro: “De acá en más es todo ganado para la familia Metz-Romero“, expresó con emoción.
Graciela Alicia “Peti” Romero y Raúl Eugenio “Melli” Metz, militantes del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT), fueron secuestrados el 16 de diciembre de 1977 en su casa de Neuquén, dejando atrás a su hija Adriana, de apenas un año. Los represores la entregaron a un vecino con la frase: “Tomá, criala como si fuera tuya“, pero la familia logró rescatarla.
Graciela, embarazada de cinco meses al momento del secuestro, dio a luz en cautiverio sin asistencia médica. Según testimonios de sobrevivientes, como el de Alicia Partnoy, el bebé fue arrebatado días después. En 1981, una carta de Partnoy llegó a los abuelos Metz, confirmando el nacimiento del niño, revelación que Adriana escuchó siendo pequeña y que la impulsó para motorizar la búsqueda de su hermano.
La búsqueda incansable
Adriana, hoy referente de Abuelas en Mar del Plata e integrante de su comisión directiva, dedicó su vida a encontrar a su hermano. “Gracias a las Abuelas por enseñarnos que la búsqueda es colectiva“, destacó, recordando que aún faltan 300 nietos y nietas por recuperar.
Estela de Carlotto, presidenta de Abuelas, resaltó el rol de la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (Conadi), cuyos trabajadores, “en condiciones precarias, siguen resolviendo estas historias“. “La lucha no puede ser en soledad“, afirmó, celebrando que “los nietos están entre nosotros y seguirán apareciendo“.
A pesar de cada avance que el gobierno intenta impulsar con políticas negacionistas, este nuevo hallazgo demuestra cuán arraigada está la lucha en amplios sectores de nuestro país. Los intentos por desmantelar los espacios y organizaciones dedicados a los derechos humanos, a pesar del daño que intentan causar, no logran conseguir los resultados deseados. La aparición del nieto 140 continúa reafirmando la firmeza de la lucha por Memoria, Verdad y Justicia.