Una pila de décadas de trayectoria, incontables experiencias y una tonelada de ropa, zapatos, accesorios y “cositas” hay en la casa de Nacha Guevara que, a sus 84 años, anunció que le toca mudarse, una vez más. Y en tren de alivianarse, la artista decidió desprenderse de buena parte de sus pertenencias.
Visiblemente cansada con todo lo que se le viene, Nacha saludó a sus seguidores de Instagram y contó lo que planea hacer. “Hola, palmeritas. Estoy por mudarme otra vez. Las estuve contando y voy por la mudanza 44 o 45 en mi vida. Así que… sin comentarios”, empezó.
La cantante explicó que por este motivo va a estar “desparecida bastante tiempo más” de las redes y agregó: “Les quería contar que es mucho trabajo, mucho estrés, pero uno deja atrás muchas cosas…”. En este sentido, señaló: “Estoy dando muchas cosas a La Casa del Teatro, cosas lindas y a muy buenos precios, dinero que como saben, ayudan a la gente”.
A la vez, Nacha contó que varias de sus piezas más icónicas las va a llevar a La Jaula de la Moda en los próximos días, a confirmar. “También voy a hacer una venta por TV de otro tipo de ropa más especial. Es que no me gusta la alfombra roja, todo se repite, siempre lo mismo, así que me quedé con cinco vestidos por si me da la loca, pero de lo demás me quiero deshacer”, indicó.
MORIA CASÁN RECORDÓ LA PELEA QUE TUVO CON NACHA GUEVARA ARRIBA DEL ESCENARIO
En octubre de 2024, Moria Casán le contó a Ángel de Brito la fuerte pelea que tuvo con Nacha arriba del escenario. “Mi contadora, que es amiga de ella, me comentó: ‘Nacha está mal de plata’. Entonces, cuando me fui a Europa a casarme con (Humberto) Poidomani, sugerí que ella me reemplazara en Incorrectas”, comenzó.
“Le di el lugar, me reemplazó, pero cuando trabajamos juntas en el teatro un día le tenía que poner un arma y le apreté un poquito acá (en las costillas) porque se me fue el dedo y me dio vuelta la mano en el escenario”, relató la One en Ángel Responde.
Entre risas, Moria siguió: “Tenía un consolador dentro de mi cartera y casi le pego con eso. Estuve a punto de arrancarle la peluca, pero lo pensé dos veces”. Sin embargo, Casán admitió que “nunca nadie me había hecho algo así en escena, me dobló la mano con odio, estaba como poseída”. “Yo me pregunté: ‘¿Qué le pasó a esta mina?’”, cerró.