ROMA.- En medio de gran expectativa ya que el último parte había sido difundido hace 72 horas, los médicos que atienden desde hace más de un mes al papa Francisco en el hospital Gemelli finalmente este sábado revelaron que la salud del Pontífice evolucionan de modo positivo.
“Las condiciones clínicas del Santo Padre han permanecido estables, confirmando los avances destacados en la última semana”, dijeron. “Sigue con al oxigenoterapia de altos flujos, reduciendo progresivamente la necesidad de ventilación mecánica no invasiva en las horas nocturnas”, agregaron.
Fuentes del Vaticano explicaron que están intentado disminuir la ventilación mecánica de la noche (la máscara que cubre nariz y boca y significa una asistencia superior), que hace descansar los pulmones, aumentando, por otro lado, la oxigenoterapia (las cánulas nasales), que hacen que los pulmones trabajen.
“El Santo Padre necesita aún terapia médica hospitalaria, fisioterapia motora y respiratoria; esas terapias, al momento, hacen registrar ulteriores, graduales, mejoras”, aseguraron, para dejar en claro, de todos modos, que un alta médica aún es algo lejano. Además, a través de la Sala de Prensa del Vaticano, como ya se había adelantado en la víspera, hicieron saber que el próximo boletín no será antes del martes o miércoles.
Consultada por LA NACION, Annalisa Bilotta, médica del hospital internacional Salvator Mundi, de esta capital, consideró una “buena señal” la reducción de la ventilación mecánica no invasiva, aunque destacó que el parte “es muy general y no cambia drásticamente la situación de los días anteriores”. En este sentido, definió “correcto” que los médicos hayan decidido limitar los partes médicos, vista la estabilidad del Papa. “Los avances son siempre muy lentos y al final la situación es la misma, estacionaria, lo cual tampoco es sorprendente: es lo que uno podía esperarse porque cuando hay una edad avanzada, como los 88 años del Papa, una neumonía puede durar mucho y lo mismo sucede con la rehabilitación”, explicó.
Matteo Bruni, director de la Sala de Prensa, por su parte, contó que el Papa dedicó este sábado una parte “significativa” de la jornada a su fisioterapia, aunque también a la oración y un poco, al trabajo. Adelantó, además, que este domingo la tradicional oración mariana del Angelus del mediodía volverá a ser un texto escrito, según el mismo esquema que se fue siguiendo el último mes con el máximo líder de la Iglesia católica en el hospital.
Se trata de la cuarta internación del papa Francisco y la más larga de su pontificado. Aunque el récord de días de internación aún lo tiene san Juan Pablo II, que debió pasar 55 días en el Gemelli en 1981, desde el 20 de junio al 14 de agosto, en una segunda internación que debió tener, por una infección, después del atentado sufrido en la Plaza San Pedro el 14 de mayo de ese mismo año
En tanto, como para dejar en claro que el policlínico Gemelli se ha convertido un virtual “Vaticano II”, ya que desde allí sigue al mando, el boletín diario del Vaticano no sólo informó del nombramiento de dos nuevos nuncios y un obispo auxiliar, sino que también difundió una carta del cardenal maltés, Mario Grech, secretario General de la Secretaría General del Sínodo, para anunciar una nueva fase del sínodo de sinodalidad (concluido a fin del año pasado), de acompañamiento e implementación de este proceso, la gran apuesta del pontificado de Francisco.
La “Carta sobre el proceso de acompañamiento de la fase de implementación del Sínodo” fue aprobada por el Papa el 11 de marzo pasado y, sobre todo en este momento de crisis de salud, cobra relevancia por su visión de futuro. De hecho, convoca a un Jubileo de los equipos sinodales y de los órganos de participación, que tendrá lugar del 24 al 26 de octubre de 2025 y, dentro de un camino de la construcción de una Iglesia cada vez más sinodal, a la celebración de una Asamblea eclesial en octubre de 2028, evento sin precedente, como explicó el cardenal Grech en una entrevista a Vatican News.
“Es verdad, muchos pensaron que el Sínodo había concluido con la celebración de la segunda sesión de la asamblea, en octubre pasado”, admitió allí el purpurado, que subrayó que “lo que se anuncia ahora es más bien un proceso de acompañamiento y evaluación de la fase de aplicación ya en acto”. “Este proceso no Y este proceso no compromete el protagonismo de cada Iglesia a la hora de recibir y aplicar de manera original los frutos del Sínodo: con él, el Papa llama a toda la Iglesia a ejercer una responsabilidad, es más, de gran corresponsabilidad porque, justamente valorizando a las Iglesias locales, asocia al mismo tiempo al colegio episcopal en el ejercicio de su ministerio”.
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