La crisis interna que atraviesa el PRO y el conflicto que la enfrenta con La Libertad Avanza y el presidente Javier Milei ha generado un clima de incertidumbre y retrasa las primeras reuniones que el Gobierno tenía planeadas para discutir la estrategia de cara a las sesiones extraordinarias.
Aunque el decreto 23/2025 que convoca a estas sesiones ya fue publicado en el Boletín Oficial, el inicio de las negociaciones con las fuerzas políticas aliadas no se concretará hasta la próxima semana. Esta demora no solo pone en evidencia las tensiones internas en el principal partido aliado del Gobierno, sino que también refleja las dificultades del oficialismo para consolidar apoyos legislativos en un contexto de fragmentación.
El Ejecutivo priorizó en la agenda proyectos como la reforma electoral (que propone la eliminación de las PASO y el financiamiento a los partidos), la ley de Ficha Limpia, y los pliegos de Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla para la Corte Suprema, que cuenta con fuertes detractores, entre otros. Todas las iniciativas enfrentan dentro de los bloques opositores, pero incluso en sectores de las fuerzas aliadas, lo que complica la construcción de consensos.
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Las tensiones comenzaron a escalar tras la publicación de un comunicado del Consejo Nacional del PRO, donde se acusaba al Gobierno de tener una “visión autoritaria” y de carecer de “vocación de diálogo”. El comunicado puntualiza una fuerte crítica a la omisión del Presupuesto 2025 en el temario de las sesiones extraordinarias y sostiene que el Gobierno «refuerza una visión autoritaria, donde no hay espacio para el debate ni la construcción conjunta».
El documento, promovido por Mauricio Macri, despertó críticas dentro de su propio espacio. Cristian Ritondo, jefe del bloque del PRO en la Cámara de Diputados, expresó su malestar por no haber sido consultado en la redacción del texto. Según fuentes de su entorno, no solo cuestionó el tono del comunicado, sino también el momento elegido para su difusión, considerando que perjudica los esfuerzos de diálogo institucional que él mismo lleva adelante con representantes del oficialismo y otros espacios políticos.
La reacción de Ritondo no fue aislada. Varios dirigentes dentro del PRO manifestaron su descontento. Fernando Iglesias, de conocida afinidad con Macri, sorprendió al marcar distancia, sosteniendo que excluir el tratamiento del Presupuesto 2025 del temario de extraordinarias no podía considerarse una medida “autoritaria”.
A esto se sumó el malestar expresado por Silvana Giudici, quien cuestionó públicamente el manejo unilateral de Macri, algo que no sorprende tanto, dada su cercanía con Patricia Bullrich, una de las voces críticas hacia la conducción del expresidente en el PRO, que recientemente ha exigido al partido amarillo decidirse y posicionarse claramente frente a la gestión de Milei: “Que defina si es oficialista u opositor”.
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El impacto de esta crisis interna también se siente en el Senado. Luis Juez, hasta ahora presidente del bloque del PRO en esa cámara, anunció su decisión de renunciar al cargo, expresando su rechazo a lo que calificó como intentos de intervención de Macri desde fuera del Congreso.
Uno de los temas que genera mayor controversia es el proyecto de eliminación de las PASO. Algunos sostienen que uno de sus objetivos es disciplinar al macrismo en un eventual frente con La Libertad Avanza, al suprimir la posibilidad de competir en una interna abierta. Aunque una parte significativa del bloque de Ritondo parece estar de acuerdo con la suspensión de las primarias, el Gobierno no contempla una opción intermedia, como que sean opcionales, y se mantiene firme en debatir entre eliminarlas o mantenerlas. Lo que coloca al PRO en una encrucijada política. Además, el proyecto incluye la eliminación de los debates presidenciales obligatorios, lo que también levantó críticas.
Otro punto conflictivo es la ley de Ficha Limpia, aunque en este caso se espera que el bloque del PRO acompañe el proyecto, considerando que figuras del espacio, como Silvia Lospennato, participaron en la redacción de la propuesta.
El panorama es similar en otros bloques opositores, como el radicalismo, donde las posturas también están divididas. Dirigentes como Rodrigo de Loredo, Soledad Carrizo y Pamela Verasay, que actúan como interlocutores con el Gobierno, esperan que el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, convoque a una reunión para analizar los proyectos.
Sin embargo, el bloque radical enfrenta desafíos propios, ya que la construcción de poder en las provincias, que presiona por una mayor flexibilidad táctica a la hora de definir las alianzas en cada lugar, dificulta la articulación de una postura unificada a nivel nacional. Según fuentes cercanas, mientras algunos sectores radicales podrían respaldar ciertas iniciativas del Ejecutivo, otros rechazan de plano proyectos como la eliminación de las PASO, lo que refleja la heterogeneidad interna de la UCR.
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El resto de la oposición tampoco muestra señales de cooperación con el oficialismo. Encuentro Federal, liderado por Miguel Ángel Pichetto, dejó trascender su intención de no dar quórum, argumentando que la exclusión del Presupuesto 2025 del temario es inadmisible. Lo mismo ocurre con otros espacios, como el bloque radical Democracia para Siempre, que también criticó al Gobierno por priorizar una “agenda electoralista” en lugar de abordar los problemas estructurales del país.
En este contexto, Germán Martínez, presidente del bloque de Unión por la Patria, se sumó a las críticas, calificando de “inconcebible” la ausencia del Presupuesto en las sesiones extraordinarias. Según Martínez, el temario planteado por el Ejecutivo “parece más un temario pensando en la interna de los libertarios con el PRO, que en los verdaderos intereses de la sociedad argentina, según declaró en Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio JAI (FM 96.3). Esta postura deja entrever que el oficialismo tampoco contará con el respaldo del kirchnerismo en temas clave, lo que podría complicar aún más la aprobación de los proyectos.
FM/ff