jueves, 6 febrero, 2025
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El argentino que cantaba en la calle en Valencia y llegó a la final del Got Talent español

A los 17 años, en la pausa obligada que impuso la pandemia, Ambrosio Cantú decidió que su futuro estaba en la música. Lo construyó muy de abajo, tocando la guitarra y cantado en la calle en Argentina y, dos años después, en Valencia, España.

El músico mendocino, ahora con 22 años, empieza a cosechar lo que tanto deseó. Lo está logrando de la mano de uno de los realities más exitosos de la TV: es uno de los finalistas de la décima edición de Got Talent España.

«En el escenario estás tan expuesto que aparece la esencia de la persona. Soy así, algo tímido, agradecido a mis hermanos que me han acompañado en esta aventura», le dice Ambrosio a Clarín, desde su casa en Canet de Berenguer, Valencia.

Su mamá, Marcela, quería llamarlo Marco, pero su papá, Carlos, eligió Ambrosio, en homenaje a su tatarabuelo. Una confusión en el momento de anotarlo en el registro civil de Luján de Cuyo determinó que el más chico de 9 hermanos, se llamara como el abuelo y que sus afectos más cercanos lo apoden Ambro.

Su familia vive en Chacras de Coria, un bonito barrio residencial en Luján de Cuyo, la tierra del vino Malbec, en Mendoza, con vistas a la cordillera de los Andes.

Desde los 8 años empezó a estudiar piano. Y fue durante la pandemia cuando perfeccionó la ejecución de la guitarra con clases virtuales y tutoriales.

Ambrosio Cantú, finalista de Got Talent España.

Al terminar el secundario, en una exclusiva escuela católica solo para varones, empezó a probar suerte con la música en bares y, a la gorra, en la Plaza Independencia de la ciudad de Mendoza. Así juntó el dinero para comprar el pasaje y viajar a Valencia, con sus hermanos José María y Andrés.

«Al principio, me daba vergüenza acercarme a las mesas de los bares a cantar. Pedía permiso y no quería molestar. De a poco fui encontrando mi lugar en la plaza, conseguí un permiso municipal, la gente se detenía para escucharme cantar y colaboraba», dice y admite que es más rentable vivir como artista callejero en España que en Argentina.

«En España, entre ideas y vueltas de la vida, ya se han ido dos años aproximadamente. Decidimos venir con mis hermanos en búsqueda de nuevos horizontes, para mi música y mi carrera«, menciona Ambrosio.

Está muy agradecido a Valencia, ciudad que describe como «un entorno vibrante y acogedor donde he podido seguir creciendo como artista, cantando en las calles y conectado de una manera muy auténtica y cercana con la gente; aunque en nuestros planes está tratar de alcanzar shows y recitales en vivo».

Cuando proyecta su carrera, Ambrosio habla en plural. «Mis tres hermanos José María, Ramiro y Andrés, junto con la calle, fueron mis grandes maestros«, asegura.

Con sus hermanos. Dice que son sus grandes maestros.

«Mi hermano José, es mi hermanager, una palabra inventada, mezcla de hermano con manager, es mi compañero de vida, con el que compartimos y planeamos cada paso que vamos a dar, tanto en la vida como musicalmente. Es la persona que confió en mi ciegamente, con quien tome la decisión a los 17 años de iniciarme en la música y el que me ha apoyado, acompañado y organizado cada producción, cada bar, cada toque a la gorra», destaca.

En este desafío que ha emprendido en familia, explica que la música es su manera de vivir, «es mi mundo, es el lugar donde me siento totalmente pleno».

Camino a la final

En abril de este año, decidió enviar algunos videos de sus actuaciones en la plaza de Toros de Valencia al programa Got Talent, de la cadena Telecinco.

Ambrosio cantando en una plaza en España.

«A los pocos días, mientras descansaba en un bar para volver a cantar en la plaza, me llegó el mensaje de una productora del programa por Instagram, me decía que le habían gustado mis videos y que me invitaba a completar los datos para participar«, recordó.

Ambrosio nunca había cantado frente a tanta gente: las audiciones se grabaron en el teatro nuevo Apolo de Madrid, en junio. Pasó a la semifinal con la interpretación de una versión personal de Mamma Mía de Abba.

«Mi sueño es vivir de mi música, intentando mostrarle a la gente lo que amo», le dijo al presentarse frente al jurado más crítico, el famoso Risto Mejide. No lo convenció, le bajó el pulgar, pero obtuvo tres sí del resto del jurado.

«Got Talent ha sido una experiencia muy enriquecedora. Participaron alrededor de 6 mil personas en el casting. A la etapa de audiciones pasamos cerca de 200 participantes, en semifinales quedamos 48 y en la final somo 13″, enumera con emoción.

El sábado 21 de febrero, a las 22, Telecinco transmitirá la final de este talent show, que tiene como jurados a Risto, Paula Echevarría, Tamara Falcó y Florentino Fernández, y a Santi Millán como presentador. En Argentina podrá verse dos horas más tarde de la emisión, por el canal de Telecinco en YouTube, a las 20 horas local.

El ganador de entre los 13 semifinalistas se llevará un premio de 25.000 euros.

Ambrosio se presentó en la semifinal con la canción Yellow de Coldplay. Se sintió como un homenaje a su tierra de acogida, Valencia, que se está reconstruyendo después de la tragedia que provocó la dana.

“Llego sintiendo que, tal vez, no todo está perdido. Voy a dejarme la voz para conseguir un lugar en la final”, dijo antes de colgarse la guitarra acústica e interpretar una emotiva versión del clásico de Coldplay, acompañado por los integrantes de un coro que sostenían candelas.

Y en la segunda presentación, el argentino que dejó todo para vivir de la música, emocionó al jurado. «Ha sido precioso», le dijo Tamara. «Una actuación que se disfruta de principio a fin», agregó Echevarría. Y cerró Risto: «Qué maravilla. Voy a pedir a la audiencia que convierta en viral esta actuación para que le llegue a Cris Martin, porque (el cantante) tiene que verlo».

«Por suerte, en semi finales, Risto me regaló un momento hermoso con sus palabras de apoyo, del mismo modo que Pau, Tamara y Flo, quienes fueron increíbles en todo momento», dice Ambrosio sobre los evaluadores. Y, cuenta que «han sido totalmente inspiradoras y motivantes sus devoluciones. Fue un momento mágico poder conocerlos».

El único argentino en la gran final aún no sabe el orden en el que subirá a escena y está definiendo con su coach qué canción interpretará. «Cantaré en inglés, que es mi estilo favorito», dice el joven mendocino, que escribe sus propias canciones también en ese idioma.

«Me hubiera encantado poder cantar una canción de mi autoría, una manera poderosa de mostrar mi autenticidad y mi capacidad para conectar con el público a través de mis propias letras y melodías, pero no son decisiones que pasan solamente por mí, sino decisiones que competen a la producción«, reflexiona.

El porqué de su fascinación por el pop en inglés está en la música que escucha desde la adolescencia, artistas como Justin Bieber, Shawn Mendes, Ed Sheeran y la banda Coldplay.

Cuando el 21 suba al escenario intentará transmitir la pasión que siente por la música, manteniendo la humildad que lo llevó a la final. «Todos somos ganadores por haber llegado hasta aquí, cada uno tiene un talento increíble y una historia que contar, todos merecen contar su historia«.

AS

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