El término de ‘nepo baby’ se popularizó en 2022 para referirse a los hijos de las grandes estrellas del entretenimiento que se han beneficiado del nepotismo. Estos han consigo grandes avances en sus carreras, profesiones gracias a la fama y el reconocimiento de sus padres. Así, actores, cantantes, modelos o artistas tienen acceso a diversas oportunidades únicas que para otras personas serían mucho más complicadas.
Así, algunas de las artistas más conocidas en la actualidad, como Lilly Collins, Dakota Johnson o Hailey Bieber, han sido señaladas por cumplir este perfil. Algo que no tiene por qué afectar a sus carreras, pues han demostrado ser altamente profesionales en sus respectivos trabajos. Sin embargo, la meritocracia que tienen sus antecesores es mucho mayor y en algunos casos los padres ponen límites.
De esta manera, Daniel Craig, el reconocido actor que interpreta a James Bond, anunció en 2020 que sus dos hijos no recibirían nada de su fortuna, valorada en 125 millones de dólares estadounidenses, afirmando que: “Mi filosofía es deshacerme de ella o regalarla antes de morir”, ha informado la BBC. Este pensamiento lo ha compartido Javier, un empresario millonario que visitó el pasado miércoles 20 de noviembre el programa de Y ahora Sonsoles.
El pasado miércoles 20 de noviembre el programa de Sonsoles recibió un empresario millonario que sorprendió a todos los espectadores por su filosofía con respecto a la herencia de su patrimonio. Y es que, Javier procede de una familia con origen humilde que obtenían sus ingresos de la ganadería. Por eso, él, que ha ido escalando hasta conseguir sus objetivos económicos y empresariales, desea que sus hijos hagan lo mismo.
El invitado de Sonsoles ha explicado la decisión de no legar su fortuna a sus hijos. De este modo, ha asegurado que deben hacer su propio esfuerzo personal, pues considera que forma parte del desarrollo individual. A pesar de su gran éxito actual y al ser el propietario de un bufete de abogados que genera más de un millón de euros mensuales, ha confesado que la crisis de 2008 afectó hondamente en su visión de la vida
“Lo bonito de ganar dinero es el esfuerzo. Lo perdimos todo y tuvimos que volver a empezar”, ha declarado. A partir de ese momento, ha expresado la idea de que sus descendientes deben lograr sus metas a través de la meritocracia. De esta manera, no quiere que dependan de su fortuna: “Hay que educarlos en el esfuerzo (…) No me gustaría que fueran ‘hijos de’, que estuvieran deseando que me muera para cobrar una posible herencia, ni que, el día que yo no esté, no tengan la capacidad de generar sus propios ingresos. A mi entender, es muy triste”.
Según sus palabras, piensa que es muy importante que cada uno pase por diferentes lecciones de vida ligadas al fracaso. Así, “analizas más cuando pierdes, porque cuando ganas te crees que eres el hijo de Dios, que te ha tocado la suerte, que eres tan bueno, que siempre crees que vas a ganar”, ha reflexionado.
Todo su relato ha sido defendido por su primogénito, presente también en el plató de televisión. Sin duda, este pensamiento ha unido a padre e hijo. A pesar de la contundente decisión de su padre, ha afirmado que: “La herencia me la va a dejar, pero en vida”. Antes de terminar la entrevista, Javier se despidió con una frase que invita a la reflexión: “Si cuando te mueres te queda un euro, has hecho mal los cálculos”.