El presidente Javier Milei «evalúa» la posibilidad de retirar a Argentina del Acuerdo de París, un tratado internacional firmado en 2015 con el objetivo de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y mitigar la crisis climática. Así lo confirmó el canciller Gerardo Werthein en declaraciones a medios estadounidenses.
«Estamos reevaluando nuestra estrategia en todos los asuntos relacionados con el cambio climático«, dijo Werthein, respecto a una de las áreas en las que la diplomacia argentina es líder a nivel mundial, junto con los derechos humanos y el respeto al derecho internacional.
Esta medida, que se perfila como «drástica» en un análisis reciente del New York Times, recuerda a la decisión tomada por el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, quien durante su primer mandato sacó a su país de dicho acuerdo, una iniciativa que luego fue revocada por Joe Biden.
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Qué dijo Gerardo Werthein sobre el Acuerdo de París
El medio estadounidense sostiene que la permanencia de Argentina en el Acuerdo de París forma parte de una revisión más amplia de las políticas climáticas del gobierno de Milei. El canciller argentino, Gerardo Werthein, señaló que el gobierno está «reevaluando» su «estrategia en todos los asuntos relacionados con el cambio climático», sin confirmar aún si se tomará una decisión definitiva.
«Hasta ahora, no hemos tomado ninguna otra decisión más allá de retirarnos hasta que las cosas estén más claras», agregó Werthein.
Desde que asumió la presidencia, Javier Milei no ocultó su escepticismo sobre las políticas mundiales para combatir la crisis climática. Esta postura fue refrendada por el reemplazante de Diana Mondino en Cancillería, quien aseguró que aunque «no se niega la existencia del cambio climático», la discusión sobre las causas subyacentes del calentamiento global es una cuestión de tinte ideológico.
Sin embargo, el gobierno de Milei considera que algunos elementos del acuerdo no son compatibles con sus prioridades económicas y de desarrollo. «Consideramos que está vinculado a los ciclos naturales y estamos de acuerdo en la necesidad de tomar medidas para mitigarlo», señaló Werthein.
La posibilidad de que Argentina se retire del Acuerdo de París podría generar una inquietud a nivel global, analiza el New York Times. Analistas temen que esta decisión podría desencadenar un «efecto dominó», inspirando a otros países a reconsiderar su compromiso con el tratado internacional.
«La revisión de Argentina del histórico acuerdo climático se produce mientras el mundo se prepara para una segunda retirada de los acuerdos por parte del presidente electo Trump. Si Milei también abandona el acuerdo, algunos temen que pueda desencadenar un efecto dominó, lo que incitaría a otros países a reconsiderar su propia participación», reza el texto del Times.
En su momento, la salida de Estados Unidos bajo la presidencia de Trump ya había sido un golpe significativo para la iniciativa mundial para evitar una catástrofe climática, y otro retiro, esta vez de Argentina, podría empañar aún más los esfuerzos globales por contener el calentamiento global.
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Werthein, sin embargo, subrayó que la decisión de retirar a la delegación argentina de la COP29 y revisar la participación en el acuerdo climático es una cuestión de soberanía. «Decidimos retirar nuestra delegación y reevaluar nuestra posición, nada más. Creo que es un derecho soberano», afirmó el canciller, evitando comprometerse a una salida definitiva de los acuerdos internacionales en el corto plazo.
Argentina fue uno de los firmantes clave del acuerdo en 2015, una iniciativa de la oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS). En aquel entonces se comprometió a reducir las emisiones de gases contaminantes en un 18% para 2030, con el objetivo de limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 grados centígrados por encima de los niveles preindustriales.
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En caso de concretarse el retiro del país del acuerdo climático, Argentina seguirá sujeta a otras decisiones que tomó el gobierno libertario en función de sus intereses. Incluido el reciente retiro de la delegación argentina de la cumbre climática COP29 celebrada en Azerbaiján.
Recientemente, a través de su canciller Javier Milei también rompió con la tradición diplomática al votar en contra de otras dos resoluciones de la Asamblea General: una que garantiza los derechos de comunidades originarias y otra que impulsa la protección de mujeres y niñas en el ecosistema digital. En ambos casos, Argentina fue el único país que votó en contra, incluso a contramano de sus profesos aliados como Estados Unidos o Israel.
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Sin embargo, el área relativa al medio ambiente, insiste el presidente Milei, forma parte de lo que él denomina la «agenda socialista» impulsada por los principales organismos internacionales, incluida la ONU, tal como evidenció ante el mundo en su discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas.
«La Agenda 2030, aunque bien intencionada en sus metas, no es otra cosa que un programa de gobierno supranacional de corte socialista que pretende resolver los problemas de la modernidad con soluciones que atentan contra la soberanía de los estado-nación y violentan el derecho a la vida, la libertad y a la propiedad de las personas», subrayó Milei.
Acto seguido, decidió que Argentina no adhiriera al Pacto del Futuro, firmado en el marco de la ONU por 193 países miembro, integrando una lista negra de países junto a Rusia, Venezuela, Nicaragua y Corea del Norte, que también lo rechazaron.
CD