Perdió la vista siendo niña, pero demostró que los sueños no tienen barreras. Hoy, en Capioví, lidera un proyecto para integrar el braille a restaurantes y fomentar la igualdad
sábado 09 de noviembre de 2024 | 3:30hs.
Tiene un blog en el cual publica textos de distintos géneros. Foto: Esteban González
En un rincón de la localidad de Capioví brilla una luz especial. Verónica Viera, de 24 años, es una joven cuyo entusiasmo y fortaleza desafían las barreras que la vida puso en su camino. Aunque desde los 6 años convive con una discapacidad visual progresiva que la llevó a la ceguera, Verónica decidió que su vida no será definida por la falta de visión, sino por la claridad de sus sueños y la fuerza de su espíritu.
Nacida en el seno de una familia amorosa, siempre contó con el apoyo incondicional de sus padres, Patricia Diel y César Viera, quienes la acompañan y motivan a cumplir cada uno de sus anhelos. Desde pequeña, Verónica mostró una gran pasión por los libros y la escritura, y pese a las dificultades no dejó de dedicar tiempo y esfuerzo a su formación literaria.
“Desde los 6 años fue progresiva mi falta de visión; hasta hoy no se sabe con certeza cómo se originó, pero es tal vez por la diabetes, que suele afectar la retina de los ojos. Yo tengo una atrofia en el nervio óptico”, explicó.
A pesar de este diagnóstico, nunca permitió que apague su sed de conocimiento y su amor por las letras. Desde su notebook, que maneja con admirable destreza, escribió numerosos textos y hasta lanzó un blog en el que comparte relatos y pensamientos. Para quienes la conocen, Verónica es una joven llena de luz y energía, cuya sola presencia inspira a todo aquel que la rodea.
Gracias a su compromiso y fuerza de voluntad, Verónica se convirtió en el rostro de un proyecto inclusivo sin precedentes en Capioví. En colaboración con la Municipalidad y el Centro Integrador Comunitario (CIC), se lanzó una iniciativa que tiene como objetivo acercar el braille a la comunidad. La meta es lograr que las personas con discapacidad visual puedan acceder a la misma información que cualquier otro ciudadano en espacios públicos como restaurantes y tiendas.
Este proyecto, que coloca a Verónica en el centro de la iniciativa como la encargada de las transcripciones, es una verdadera conquista para la inclusión en su pueblo. “Es un logro que beneficia a todos. Aquellos que no puedan ver ya no dependerán de un tercero para saber qué se ofrece en una carta gastronómica. Queremos que todos tengan un espacio y sientan que también están presentes”, expresó Verónica con la emoción de quien percibe cómo un sueño comienza a materializarse.
La implementación del braille en los menúes de restaurantes no es más que el inicio de un cambio mucho mayor. La Municipalidad ya proyecta extender esta iniciativa a otros comercios y espacios públicos. La comunidad entera fue testigo de los primeros pasos de una transformación inclusiva, y gracias a la participación activa de Verónica, este proyecto tiene el potencial de marcar una diferencia en la vida de muchas personas.
Por una sociedad inclusiva
Para Verónica, la inclusión no es sólo una palabra, sino un compromiso diario. Al ser consultada sobre su rol en este proyecto, manifestó su satisfacción, pero también hizo un llamado a seguir trabajando: “Es importante el aprendizaje del braille, sobre todo para que lo manejen los lectores de pantalla para computadora. Es un proceso interesante, pero lerdo. No podemos detenernos”.
La joven escritora también aprovechó para hablar sobre la falta de inclusión que todavía persiste en muchos ámbitos, especialmente en el educativo. “A veces, en las escuelas, no incluyen a personas en situaciones difíciles. Los profesores deben suplicar a los alumnos que formen grupo con la persona que padece una discapacidad”, lamentó.
Verónica tiene claro que este proyecto es sólo un comienzo, un paso hacia una sociedad donde cada individuo, sin importar sus circunstancias, pueda sentirse valorado y parte activa de la comunidad. “Queremos un Capioví donde todos tengan un lugar, donde las barreras no existan y donde cada persona, sin importar sus capacidades, pueda soñar y lograr sus metas”, expresó con determinación.
La historia de Verónica es la de una lucha constante por la inclusión y el reconocimiento. Es una batalla que ella ha asumido con valentía y entusiasmo, una lucha que va mucho más allá de sus propios sueños. Verónica no sólo escribe en su blog, no sólo transcribe menúes en braille: ella está escribiendo, a cada paso, la historia de un Capioví más inclusivo, más humano, un lugar donde cada persona pueda brillar en sus propios términos.
Su historia inspira a todos aquellos que creen en un mundo más justo y equitativo. Porque al final, el verdadero sentido está en el corazón.