Vamos directos a una sociedad en la que la inteligencia artificial va a entrelazarse cada vez más con nuestro tejido social. Personas y máquinas cada vez más cruzadas entre sí hasta el punto en el que la línea que hoy nos separa será cada vez más fina…inapreciable, invisible…..
Así las cosas, debemos considerar no solo lo que la IA puede hacer, sino sobre todo cómo se debería hacer. Es decir, introducir la ética en la IA que nos rodeará será no solo un buen complemento, sino fundamental.
Esto significa que deberemos integrar valores éticos en todas las etapas del desarrollo de la IA. ¿Qué implica esta idea? Que no se trata solo de evitar el mal uso de la IA, sino sobre todo de adoptar conscientemente principios morales que guíen tanto la creación como la aplicación de estas tecnologías. Pero: ¿Cómo garantizamos que la IA actúe en el mejor interés de la humanidad? ¿Y quién decide qué es ‘el mejor interés’?
Aquí, dirán algunos, entra en juego la regulación….siempre….regulación. Nuestro salvavidas social… lo que pasa es que la regulación aplicada a la IA también puede limitar la innovación. Al establecer demasiadas restricciones, podríamos estancar el progreso tecnológico que podría resolver algunos de los problemas más apremiantes de la humanidad. La clave está en encontrar un balance entre innovación y regulación ética, pero ¿es ese equilibrio realmente alcanzable?
Como sociedad, debemos ser tanto los creadores como los custodios de la tecnología que definirá el futuro. Para ello imagino un futuro donde cada desarrollador de IA tenga que hacer un juramente ‘hipocrático tecnológico’ antes de escribir una línea de código. No solo «no harás daño», sino «no programarás perjuicios».
Este compromiso no solo enfatizaría la importancia de la integridad en la tecnología, sino que podría transformar el desarrollo de la IA en una práctica tan consciente y éticamente guiada como la medicina. En este escenario, la ética se convertiría en un pilar tan crucial como la innovación tecnológica, un equilibrio que podría asegurar un futuro en el que la inteligencia artificial amplifique lo mejor de la humanidad sin replicar sus errores pasados cometidos por empresas como Google, Twitter, Amazon, Facebook y similares…