El cultivo de tabaco en las infancias genera preocupación en el ámbito rural. Se busca que, fundamentalmente, accedan a la educación y a otros derechos
domingo 27 de octubre de 2024 | 8:30hs.
Desde el programa concientizan a las familias sobre la educación de los niños y de la necesidad de espacios para estudiar. //Foto: Carina Martínez
En el municipio de Pozo Azul se realizan actividades dentro de los ejes de trabajo del programa Porvenir que tienen como principal objetivo erradicar el trabajo infantil en el cultivo de tabaco, un tema que genera preocupación en todo el ámbito rural. Es así que gracias a varias estrategias que se estuvieron ejecutando, ahora se comienzan a notar los primeros cambios, el principal es el valor que las familias pasan a darle a la educación.
En las últimas semanas concretaron el cierre de actividades de un arduo pero fructífero trabajo que comenzó en marzo por segundo año consecutivo con catorce familias plantadoras de tabaco de Pozo Azul y un total de 58 familias de las localidades de El Soberbio, Colonia Aurora y San Vicente, municipios en los cuales por medio de varias líneas de trabajo buscan sensibilizar y erradicar el trabajo infantil y promocionar ambientes de trabajo seguros para mejorar la calidad de vida de los núcleos.
En particular, a Pozo Azul llegaron con estrategias en territorio a fin de beneficiar a las familias con las propuestas dentro de la línea de trabajo denominada Acompañamiento Familiar que comenzó el año pasado y es profundizado este año. Consiste en un acompañamiento integral de seis meses, desde marzo a octubre, con dos visitas al mes; y el eje Fortalecimiento de Escuela como el caso de la EFA de Pozo Azul.
En esa línea, la escuela que es de suma importancia en el lugar para que los adolescentes de la zona rural puedan estudiar, recibió materiales para la cocina y el comedor.
También realizaron mentoreo a los becados que consiste en «acompañar a los becados con proyecto de vida, preparándolos para lo que va a ser el mundo universitario», explicó Maira Quevedo, coordinadora del programa en Misiones.
La necesidad de este tipo de acompañamientos en un municipio en el que acceder a información, actividades recreativas para los niños del ámbito rural es casi imposible, se pone en evidencia con la respuesta y el cambio de hábito de las familias tabacaleras cuando se trata de erradicar el trabajo infantil y generar espacios de trabajo seguro.
El tal sentido, aseguraron que «la respuesta es siempre buena de la familia, eso hace que podamos sostener en el tiempo estas estrategias. Vemos cómo las familias van cambiando sus hábitos en la chacra, en la organización y la visión que se tiene sobre los chicos».
Para que los niños puedan transitar la etapa de escolarización es preciso que en sus casas tengan un lugar donde ponerse a completar las tareas, realizar lecturas y estudiar, sin que ese momento se vea alterado por las demás rutinas de la familia.
Por ello, desde Porvenir trabajan con estas familias en formar espacios educativos dentro del hogar. Algo que difícilmente ocurre, mayormente los estudiantes utilizan cualquier lugar de la casa para estudiar, lo que no siempre resulta efectivo.
«Este año trabajamos mucho lo que fue el espacio educativo dentro del hogar, esto es que los chicos puedan contar con un espacio donde sentarse a estudiar. Creemos que es sumamente importante para el desarrollo de los chicos tener espacios para juegos, espacios para el estudio, espacios para ellos», enfatizó Quevedo.
El impacto positivo de este programa no sólo se da en los cambios de hábito de las familias, se percibe además en otros indicadores como alumnos que retoman la escuela, la cantidad de participantes en los eventos que realizan, en las diferentes actividades, en la cantidad de niños, niñas y adultos que empezaron a leer y escribir, el acceso a la educación en el nivel medio y sobre todo el cambio de paradigmas sobre el derecho a la educación.
«Creo que son indicadores que nos hacen entender que vamos por buen camino, como todo proceso social lleva su tiempo, es muy paulatino. Son familias culturalmente muy cerradas, entonces cada una es un mundo, cada familia es una estrategia, un proceso único, pero sin duda hoy están en una mejor situación y en especial le dan otra valoración a la educación», sostuvo.
Tal es así que hoy las familias cuentan con basureros comunitarios, mejoraron la producción en la chacra desde la lógica de la economía circular.
«Trabajamos mucho todo lo que fue huerta este año gracias a articulaciones que hicimos con los municipios, con kits de semillas con lo que contemplamos todo sobre la soberanía alimentaria, la nutrición en la infancia, la crianza respetuosa y escuchar a los chicos», explicaron.
Líneas de trabajo
El programa cuenta con varias líneas de trabajo con las cuales asisten a las familias, ente ellas becas a hijos de productores, fortalecimiento de espacio educativos y comunitarios, talleres de verano y acompañamiento integral de las cuales bajan varias actividades y propuestas que vienen a mejorar la calidad de vida de las familias, en especial a garantizar el derecho de la educación que muchas veces es vulnerado por el trabajo infantil.
Uno de los ejes que resulta importante, ya que permite a las familias incorporar proyectos productivos que complementen el cultivo de tabaco, es el eje de sustentabilidad.
En tal sentido la coordinadora expresó: «Trabajamos toda la diversificación de la chacra, la economía circular, cultivos rotativos, reciclaje y proyectos de impacto donde creamos basureros en zonas comunitarias de la localidad donde estamos».
Otra de las estrategias es generar espacios seguros de trabajo, para ello realizan un minucioso recorrido en toda la cadena productiva para que cada ambiente como el galpón y el rosado, por ejemplo, sean seguros tanto para los adultos como para los niños.
En cuanto a la línea de becas, este año se beneficiaron 206 hijos de productores. Maira explicó el motivo por el cual las becas están dirigidas a alumnos del nivel medio: «Está orientada al secundario porque sabemos que la gran brecha que tenemos de escolarización en Misiones se da entre la primaria y la secundaria, es ahí donde se da ese quiebre y es donde solemos tener una gran deserción escolar».
En ese contexto, no sólo realizan la transferencia monetaria, sino que trabajan en la reinserción escolar de detectarse algún caso de abandono de las aulas.
«Lo principal es lograr que estos chicos puedan seguir, lograr sensibilizaciones hacia esos grupos. Vamos hasta las instituciones educativas con proyectos de vida, armado de currículums y estrategias en la adolescencia, existe un especial cuidado con los becados», aseguraron.
Asimismo, trabajan con la línea de fortalecimiento de espacios educativos y comunitarios con el cual este año brindaron ayuda a siete escuelas para que puedan mejorar su infraestructura.
En esta ocasión apuntaron a todo lo que son núcleos húmedos, ya sea baños, lavatorios y piletas a aulas satélites en las que asisten hijos de productores.
En simultáneo llevan adelante actividades con los docentes y alumnos sobre todo lo relacionado al cuerpo, la higiene personal, la privacidad y la construcción de la identidad.
Talleres de verano
Entre las acciones puntuales que favorecen a la erradicación del trabajo infantil están los talleres verano teniendo en cuenta que durante este período las familias están en plena en época de cosecha de tabaco. De allí la necesidad de estos espacios que son realizados en escuelas.
«Es una época de alta demanda de la mano de obra adolescente e infantil para la producción del tabaco, entonces lo que tratamos de hacer es nuclear a los chicos en espacios de talleres para que éstos estén alejados de la situación del trabajo infantil», puntualizó al respectó la coordinadora.
Estos espacios de taller brindan actividades lúdicas, recreativas y de aprendizajes. El tallerista da actividades tres veces por semana, cuatro horas por día durante diciembre, enero y febrero destinada a los menores. «Este año priorizamos mucho estás acciones en Pozo Azul, donde hay mucha producción tabacalera y también es un municipio que recién se está conformando. El año pasado asistieron 350 niñas, niños y adolescentes de los tres municipios», señaló Maira.
Esta enorme demanda se debe a que en las colonias no suele haber espacios recreativos destinados a las infancias y adolescencias. «Los talleres de verano vienen a albergar y dar una propuesta de encuentro para estas poblaciones y a partir de ahí todo se trata de también trabajar con cada uno de los chicos la vinculación y revinculación con el espacio educativo ya que los talleres de verano se dan en escuelas seleccionadas en zonas críticas como la llamamos nosotros», explicaron el programa Porvenir.
Todos los años desde el programa capacitan a los técnicos en todo lo relacionado al trabajo infantil.
Para llevar adelante las distintas intervenciones de acuerdo a la necesidad de las familias, Porvenir, programa de la Asociación Conciencia y la empresa Massalin Particulares, realiza varios convenios y articulaciones como en este caso con la municipalidad de Pozo Azul. Esas articulaciones se dan con municipios y organizaciones como en el caso de la organización Copretí.