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Docentes aprenden lengua de señas para incluir a un chico con hipoacusia

En otra institución, preparan materiales didácticos y consultan a profesionales para promover la igualdad e inclusión. Contienen a 19 alumnos con discapacidad.

domingo 29 de septiembre de 2024 | 8:00hs.

La iniciativa surgió de la preceptora Mariela Zarza y la profesora Silvia Ferreira. //Fotos: Carina Martínez.

Creando Puentes, es uno de los proyectos que se desarrolla Escuela de Comercio 17 en San Pedro, que demuestra la empatía, interés y compromiso de las escuelas comunes en disponer de herramientas para brindar igualdad de oportunidades y romper barreras cuando se trata de la inclusión.

En este caso, los docentes se capacitan en Lengua de Señas Argentinas (LSA) para asistir a un alumno sordo. Similares propuestas se dan en escuelas primarias del municipio y en el Centro de Formación Profesional Nº 26.

Precisamente, en los últimos años, la incorporación de alumnos con algún tipo de discapacidad ocurre con frecuencia en escuelas comunes de la localidad. Uno de los ejemplos se da en la Escuela de Comercio Nº 17 porque en primer año asiste un alumno con hipoacusia, tratándose de una iniciativa inédita en este nivel.

En ese sentido, personal docente  y no docente se capacitan en LSA. Durante la semana última concretaron el primero de los tres encuentros que contempla el proyecto, en el cual se notó el interés y predisposición en sumar inclusión.  El proyecto surgió y se puso en marcha ante la iniciativa de la preceptora Mariela Zarza y la profesora Silvia Ferreira.

La escuela especial también brinda talleres de oficio.

En ese contexto, Zarza manifestó que «a nuestra institución asiste un alumno sordo, entendemos que la educación le debe brindar las oportunidades necesarias para desarrollar y fortalecer la formación integral para que cuente con las herramientas necesarias y promover la capacidad de definir su proyecto de vida. Nos basamos en los valores de libertad, paz, solidaridad, igualdad, respeto a la diversidad, justicia, responsabilidad y bien común».

A su vez, hizo referencia sobre la importancia de esta iniciativa para garantizar el mejor trayecto escolar para el alumno. «Para asegurar el derecho a la educación, la integración escolar y favorecer la inserción social es primordial que todos los docentes de esta institución conozcan y utilicen el mayor tiempo posible la Lengua de Señas Argentina», enfatizó la preceptora. 

Para llevar la propuesta a la práctica, la profesora de matemática e intérprete de Lengua de Señas Argentina Silvia Ferreira, fue quien brindó asesoramiento a los docentes ante el enorme desafío de trabajar con el alumno sordo, hasta que lograron la aprobación del Consejo General de Educación para que finalmente pueda concretarse el primer encuentro de capacitación. «Esta capacitación busca dar herramientas a los docentes para resolver eventualidades presentes y futuras. Tenemos que capacitarnos para poder orientar a aquellas personas que van a cambiar el mundo».

La capacitación está a cargo de intérpretes universitarios en LSA que se formaron en San Pedro mediante el interés de la Unam. Entre ellas se encuentran Patricia Pettersson, Elisabet Ramos, Miriani Alvez Serran y el asesor Carlos De Lara con hipoacusia que en su momento fue alumno de la Escuela de Comercio 17.

Escuela 341

La presencia de alumnos con algún tipo de discapacidad, se da mucho antes de la promulgación de la Ley 26.206. Ante la dificultad a la que se enfrentan las familias al tener que buscar un medio adecuado de traslado para llevar a sus hijos hasta la escuela especial Nº 19  que funciona en la zona urbana, por lo que el trabajo inclusivo con pocas herramientas y recursos, tanto humano como didáctico, se lleva a delante de todas formas.

Uno de los ejemplos, es el de la escuela 341 que funciona en Terciados Paraíso. En este caso, la impronta inclusiva es un trabajo que se realiza desde hace varios años, a razón de que  la única escuela especial del municipio está distanciada a más de trece kilómetros.

En tanto, los padres llevaban a sus hijos con discapacidad a dicho establecimiento educativo común desde siempre, lo que se acentúo con la promulgación de la Ley Nacional 26.206 -sancionada el 14 de diciembre en el año 2006-  tanto que a la fecha son 19 los alumnos con algún tipo de discapacidad matriculados.

Desde ese momento la escuela pudo brindar propuestas didácticas acorde a sus capacidades para que logren desarrollar al máximo las posibilidades, integración y pleno ejercicio de los derechos que tienen los niños con discapacidad de estudiar. Para lograr el desafío de que el enfoque de la escuela sea amoldado a la realidad y necesidad del alumno, el rol del maestro es fundamental.

El principal cambio se da al momento de planificar, donde los docentes deben adecuar los contenidos y diversificar los materiales para lograr la mayor participación del alumno en clase. «Tengo una alumna con ceguera y microcefalia, trabajo con los demás docentes y la madre, mediante el sistema braille, ella reconoce mediante el desenvolvimiento del tacto los números y letras», indicó la  maestra y vicedirectora de la escuela 341, Estela Adoryan.

«Estos alumnos son parte de la escuela, asisten a clases, se integran en los eventos deportivos y todas las actividades artísticas como uno más. Nos ayudamos entre todos y tenemos el trabajo de inserción con la escuela Especial Nº 19 y el Instituto del Ciego, para el caso en particular de la alumna con ceguera. Consultamos al especialista que amerite cada caso para conocer y estar enterados del seguimiento del chico», señaló la docente.

Si bien, los docentes pueden acceder a material y herramientas para estos casos, se trata de un trabajo hecho a pulmón y sobre todo reflejando vocación de servicio. «Es muy a pulmón todo, siempre nos capacitamos en todo lo que esté relacionado a distintos tipo de discapacidad, buscamos información, nos inscribimos y con los padres el contacto es permanente, prácticamente vienen todos los días a la escuela, acompañan», destacó Adoryan.

Pese a la enorme demanda, la institución no cuenta con un gabinete pedagógico, lo que pone en evidencia el compromiso y responsabilidad de docentes y directivos que promueven la inclusión. «Todo lo hacemos nosotros, los materiales didácticos lo armamos con elementos reciclados, no tenemos gabinete pedagógico. Siempre contamos con el apoyo de diferentes institutos para aprender. En el aula no hay subgrupos, tratamos de hacer la mejor inclusión posible», concluyó.

Entre las discapacidades de estos alumnos, además de la ceguera tienen matriculados a chicos con autismo, trastornos de déficit de atención e hiperactividad y con alguna discapacidad motriz. 

Cabe resaltar que -en mayor o menor medida- el trabajo que realizan desde la escuela 341, se replica en varias escuelas del departamento, en todos los niveles. 

Formación profesional

Una de las preocupaciones de quienes trabajan por la inclusión como el caso puntual la escuela especial 19, se resumía en lograr que los alumnos que culminen el trayecto escolar en dicho establecimiento, tengan posibilidades de seguir estudiando algún oficio.

Con enorme satisfacción y orgullo, desde el año pasado, por medio de un trabajo mancomunado con la Fundación Mírame y el Centro de Formación Profesional Nº 26, lanzaron el primer curso de formación profesional para personas con discapacidad.

Se trata de una iniciativa única en la zona, que permite a los jóvenes y adultos capacitarse en auxiliar de cocina con la premisa de promover la independencia y el emprendedurismo de personas con discapacidad.

El año pasado, fue todo un éxito y este año son diez los alumnos que avanzan en el trayecto de formación, que cuenta con clases teóricas y prácticas. Esto representa alegría y emoción por parte de las familias y en especial de quienes con esfuerzo y perseverancia  pregonan inclusión en San Pedro.

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