A través de su sitio web oficial, la martillera Monasterio Tattersall subastará una flota de 19 autos y pick ups con varios modelos destacados y en funcionamiento, entre otros lotes relacionados.
La subasta finalizará el 30 de mayo y se diferencia por no contar con un precio base para sus unidades, permitiéndole a los interesados ofertar cualquier suma de dinero para la adquisición de los vehículos, siempre sujeta a aprobación de la empresa que los provee.
Dentro de los lotes, los cuales corresponden a renovaciones de flota de distintas compañías, se destacan ocho Renault Fluence fabricados entre 2016 y 2017 en perfectas condiciones y en funcionamiento.
Vale aclarar que algunas unidades pueden tener desperfectos mecánicos, estéticos o no arrancar, por lo que se debe revisar las características descriptas en la web antes de ofertar por uno de ellos.
En otra línea, se ofrecen cinco Toyota Hlux de los años 2012, 2014 y 2015 así como una Ford Ranger 4×4 de 2015 y una Volkswagen Amarok fabricada en 2013. Por otro lado, se destaca la presencia de una Mercedes-Benz Sprinter del año 2013, dos Fiat Ducato de 2010 y 2013 y una Citroën Berlingo también fabricada en 2013.
Cómo participar de la subasta
Al igual que en todas las subastas online, el primer paso es contar con una cuenta en la web oficial de la martillera. Para poder participar, por otro lado, se necesitará una caución del 10% de un depósito en efectivo o un 30% con ECHEQ en garantía. Sobre esto, hay que hacer una aclaración.
El primer porcentaje mencionado es el 10% sobre el crédito de cada usuario en la web de la martillera. Una vez creada una cuenta, se puede ingresar dinero a través de un depósito en efectivo o una transferencia bancaria para convertirlo en un activo dentro de la web, como si se tratase de una billetera virtual. Es sobre ese número depositado que se abona el 10%.
En cuanto al segundo, “es la modalidad recomendada por la casa martillera ya que se pide que se confeccione con fecha diferida. Al no ser depositado, no se realiza movimiento de dinero y se evitan costos de débito y créditos innecesarios”, explicaron desde la martillera.
Una vez hecho esto, resta ofertar la cantidad de veces que se considere necesario por un lote. Siempre predominará la más alta y en ningún caso las ofertas se pueden anular. “Si algún participante realiza una oferta dentro de los últimos treinta segundos previos al cierre, el cronómetro adicionará treinta segundos más, para que todos los oferentes interesados tengan la oportunidad de efectuar nuevas ofertas. Y así sucesivamente”, comentaron.
LA NACION