En plena controversia jurídica entre Scarlett Johannson y OpenAI, la utilización irrestricta de la IA plantea novedosos desafíos en el derecho vigente
22/05/2024 – 19:50hs
Una nueva controversia jurídica enfrenta a la reconocida actriz Scarlett Johannson contra OpenIA (ChatGPT). La damnificada señaló que dentro de las opciones de voces que posee el sistema, una de ellas denominada Sky, resultaba extremadamente similar a la que la actriz había utilizado en la película «Her».
Resulta importante destacar que OpenIA había ofrecido a la accionante contratar su servicio de voz, pero la propuesta fue rechazada.
Por su parte, la empresa alegó que las voces que ofrece el chat para lograr una experiencia acorde a las elecciones de cada usuario, fueron diseñadas mediante la contratación de actores de doblaje, agencias de castings y asesores expertos en la materia.
Chat GPT habría decidido cesar con el uso de la opción Sky, a fin de no agravar la crisis generada con la estrella del cine.
Sin perjuicio de que el caso en estudio, no solo versa sobre la violación de derechos individuales y personalísimos, incorporó también el debate sobre el entramado de contratación de servicios y relaciones laborales: de extenderse el uso del sistema semodificaran inexorablemente las actividades clásicas y más aún podrían resultar inexorable suplantarlas.
Los nuevos sistemas de IA, mediante el «Deep Learning» procesan y se adaptan con velocidad asombrosas a las nuevas necesidades del mercado, siendo capaces de gestionar fácilmente las consultas de sus usuarios.
Resulta así necesario establecer un claro y certero marco normativo que regule la materia, mas aun cuando se encuentran en juego activades laborales y comerciales que se encuentran reguladas por vasta legislación. De lo contrario se constituirá una situación tal que hará imposible competir con idénticas reglas en el mercado económico.
No nos encontramos ante un desafío legislativo futuro, sino presente. Procastinar la acción solamente llevará a reducir el margen de acción de los cuerpos de legisladores ante el avance tecnológico, que no se detiene.