Disfraces, pancartas y un público eufórico que coreó a Milei: así lució por dentro el Luna Park

El primero en llegar a Plaza Roma y hacer la fila para conseguir su entrada fue Matías. A las 10.30, en medio del frío que azotaba a esa hora a la Ciudad de Buenos Aires, esperó durante siete horas hasta que llegó el momento que empezaron a repartir los boletos para entrar al Luna Park, al excéntrico acto de Javier Milei. “Quiero verlo por primera vez en vivo para tener la experiencia de escucharlo por fuera de lo que es una entrevista”, le dijo el joven a TN.

A las 17 comenzó la repartija de tickets en una de las esquinas de la plaza y cuando parecía que todo iba a desarrollarse de manera tranquila, a las 18.30 comenzó el caos en las afueras del Luna Park. Los ingresos fueron divididos en dos: uno en la intersección de Lavalle y Bouchard y el restante en avenida Corrientes y Bouchard.

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Con temor de quedarse afuera, muchos aguardaron con ansias poder ingresar, aunque el personal de seguridad aclaró a TN que no había más entradas disponibles. Las 8.000 ya habían sido entregadas, más las 300 que eran para invitados.

Minutos antes de las 19, en Lavalle y Bouchard, ocurrió la impactante aglomeración. Había una sola fila para poder ingresar entre alrededor de 250 personas, lo que provocó un embudo entre las vallas que estaban antes de llegar a la boletería.

Desde adultos mayores hasta chicos pequeños que no llegaron a conseguir entradas imploraban a los dos guardias que los dejaran ingresar. Sin embargo, la respuesta era contundente: “Si no tenés entrada, no pasás”.

No había relato que pueda conmoverlos, como el caso de una mujer de unos 70 años, que fue sacada a la fuerza para dejar el lugar libre al resto de los asistentes que sí tenían el ticket.

Entre la euforia y la emoción de ver a Milei

“Milei, Milei, Milei”, gritaron varios de los fanáticos que ya estaban dentro del Luna Park, al tiempo que esperaban por la llegada del Presidente. Sonaron unos diez temas de rock nacional, aunque cada tanto se mezclaba con ACDC y hasta se escuchó el tema musical de la película “Rocky”.

Los seguidores de La Libertad Avanza estaban eufóricos, aunque en un tono bastante medido. Banderas de la Argentina y otras de apoyo hacia el libertario comenzaban a verse entre la muchedumbre ubicada en campo. “Viva la Libertad”, rezaba una, que sostenía en sus manos un hombre disfrazado de Mickey, quien accedió gentilmente a sacarse fotos.

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En algunas de las butacas del sector súper pullman –frente al escenario- también estaban nenes junto a sus padres, abrazados y expectantes por la llegada de Milei. “Va a ser la primera vez que lo vamos a ver”, dijo emocionado uno de los padres en diálogo con TN.

Un escenario listo para el show

El humo lanzado desde una máquina de humo tapó el escenario y afectó la visión del público, sobre todo de quienes estaban en la zona más baja. Poco a poco, comenzó a disiparse y arrancó un espectáculo “inédito” en la Argentina, o por lo menos así lo calificó el vocero presidencial, Manuel Adorni.

A las 21.20, el Presidente de la Nación, como si fuera una estrella de rock, apareció vestido con su tradicional campera de cuero. Apareció por una de las puertas de acceso al público y, completamente custodiado, caminó entre la multitud para después subir al escenario.

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A la izquierda, un micrófono aguardó por la participación de Milei, mientras que en el mismo lugar se observó una guitarra que luego fue poder de Joaquín Benegas Lynch.

A la derecha estuvo el hermano de este último, Bertie Benegas Lynch, con la batería a su completa disposición. El biógrafo Marcelo Durcos fue el encargado de tocar el bajo, para terminar de completar “La Banda Liberal”.

Antes de presentar su nuevo libro -“Capitalismo, socialismo y la trampa neoclásica”- el Presidente entonó la canción Panic Show con su banda. “Siempre entré cantando a capela y ahora quise hacerlo con músicos de verdad”, dijo.