Hace días Telefe cumplió 72 meses de liderazgo ininterrumpido entre los canales de televisión abierta. “En esta gestión logramos la diferencia más alta de la historia con nuestros competidores”, dice Darío Turovelzky (48). Su cargo, según su tarjeta de presentación, es “Executive Vice President de Broadcast y Estudios de América Latina para Paramount Global”. La versión abreviada dice “CEO de Telefe y Chilevision”. Es, en definitiva, el responsable de todo lo que sucede en “el canal de las pelotas”. Tanto en la parte artística como en la gestión administrativa. Además, es la única cara conocida fuera del staff de talentos. Si algo sucede en Telefe, lo llaman a él. Y si alguien quiere comprar el canal, también. Hoy tiene 1373 empleados a cargo y en un breve paseo por los estudios da la sensación de conocerlos a todos, que podría llamarlos por su nombre sin errar uno.
El escenario actual de la industria del entretenimiento, y de la televisión en particular, es el más complejo de su historia. “Nadie puede decir con certeza hacia dónde va el negocio”, dirá más adelante Turovelzky. Los grandes líderes se guían con señales y van aprendiendo de sus errores (que suelen costar millones de dólares). Hasta hace meses, por ejemplo, se multiplicaban las plataformas de streaming por todo el mundo guiados por la estela maravillosa de la pionera, Netflix. Hoy algunas de esas plataformas parecen en retirada y/o buscan alianzas que mantengan a flote su operación. Los canales de cable, con su propuesta “en línea”, ya no pueden competir contra el consumo “on demand”. Y los infantiles perdieron definitivamente la pulseada con Youtube. Al mismo tiempo, cada vez cobran mayor fuerza las plataformas AVOD (Advertising-Based Video on Demand) y los canales FAST (Free Ad-Supported Television), gratis y con publicidad. Todo esto sin mencionar a los otros competidores: Tik Tok, Twich, Instagram, X, los influencers y los canales en Youtube, tipo Olga y Luzu, que ya adoptaron el formato de la “vieja televisión”, con sus grillas de programación invadidas por talentos formados en el mainstream. Entre todos, cada uno con sus armas, se disputan la misma audiencia y la misma pauta publicitaria.
“Antes, todas las compañías vendíamos contenido a terceros. Vos veías series nuestras en canales de la región o en Netflix, por ejemplo. Cuando las compañías grandes presentaron sus propias plataformas dijeron ‘todo lo nuestro se queda en casa’. Después aparecieron los CFO’s de las compañías y dijeron: ‘Muchachos, ¿quién paga la fiesta esta? ¿Cómo recuperamos la que dejamos de ganar por la venta de contenido y toda la que se están gastando en nuevas producciones?’. Te hablo de billions (por miles de millones) de dólares. Como todo es cíclico, ahora volvemos a las bases: volvemos a vender contenido y vemos que la televisión abierta no murió, que sigue siendo un medio por excelencia. Son ups and downs y mucho aprendizaje. No todo es gloria. Y los cambios ya no se dan de un año para el otro, sino cada quince días. En nuestra industria tenemos tatuadas tres palabras: adaptabilidad, flexibilidad y resiliencia. Creo que es algo que a los latinos se nos da bien. Si no tenés capacidad de adaptarte, te quedás fuera. Telefe es líder entre los canales de televisión abierta, pero también tiene la comunidad social más grande de Argentina. Hoy la competencia está en todos lados”, asegura Darío.
Hace días, en reunión con anunciantes, presentó la programación para segunda mitad de 2024. Susana Giménez condujo el evento: habló del regreso de su programa después de cinco años y contó que Telefe volverá a producir ficción.
-Va a ser el único canal de televisión abierta en producir ficción, Darío.
-Si fuese por mí, me encantaría tener tres ficciones al año. Es cierto que la diversificación de plataformas y la demanda hace que la gente se disperse un poco en ese aspecto. Hay tanta oferta de contenido que ya perdés lo atractivo de quedarte viendo algo, vas saltando de serie cada dos capítulos… Nos propusimos volver con algo que realmente llame la atención y genere un vínculo emocional. Telefe tiene algo que conecta. Me senté con Sebastián Ortega, le dije “tenemos que volver a hacer los éxitos que hacíamos, con Graduados, Cien días para enamorarse, Educando a Nina… Tenemos que volver con eso”. ¿Cómo? Ya lo veremos, empezamos recién en un etapa de preproducción. Tenemos que lograr un contenido que tenga impacto, que genere un vínculo emocional con la gente, con talentos amados y un gran guion… Y la producción tiene que alcanzar los más altos estándares de calidad: sin desmerecer lo anterior, ya no podés mostrar los empalmes de los decorados o maquillajes mal hechos.
-El título de la nueva ficción, “El extraño de pelo largo”, genera que por sí solo un vínculo emocional. ¿Tiene fecha de lanzamiento?
-No, estamos recién en una etapa de preproducción. Seguramente empecemos a producir este año, con vistas a estrenar el año que viene.
-Hace días, en un encuentro con anunciantes, Susana anunció su vuelta a la televisión, con un programa semanal, todos los domingos, después de cinco años.
-Sí, vuelve. Todos los domingos, dijo ella, que es más programadora que todos nosotros. Susana siempre busca la vuelta para sorprender y adaptarse al público joven. Porque el que veía a Susana la va a seguir viendo, pero el desafío es captar nuevas audiencias.
-Escuchaste las críticas por Gran Hermano: dicen que desborda de violencia, que desentona en “el canal de la familia”.
-Cuando tenés un proyecto con semejante performance y con toda la generación de contenido alrededor, en una industria que está bastante magra, todos quieren… (piensa) Como diría Moria: “se cuelgan”. Nosotros tenemos que cuidar la imagen del canal. La marca tiene muchos valores: ser positivo, inclusivo, innovador, cuidar la familia, talentos amados… Hay proyectos que se corren un poco de ese eje para un lado y otros que se corren para el otro lado. Gran Hermano en el mundo siempre tiene pequeñas variaciones. Hoy lo ve gente de todas las edades y en la generalidad nadie te dice: “me está perjudicando lo que pasa”. Están los haters de Twitter…
-¿Se habló internamente? ¿Fue un tema para vos?
-Por supuesto. Hablamos de todos los casos. Puede pasar con Masterchef si tiran la comida… Permanentemente estamos iterando en cómo hacemos para que los valores que transmitimos reflejen los de Telefe.
-Finalmente, ¿se hace la película de Los Simuladores?
-Sí, claro. Tenemos el guion escrito. Deberíamos empezar a preproducir y a rodar este año.
“Telefe no está en venta, pero hay muchos interesados”
Canal 11 fue el último canal de aire porteño en ser privatizado. Lo compró, en enero de 1990, el conglomerado Televisión Federal S.A. Dos meses más tarde adoptó su nombre definitivo: Telefe. En mayo de 2000 Telefónica se hizo cargo de sus acciones, en una operación que incluyó otros medios. En noviembre de 2016 apareció en escena el gigante norteamericano Viacom, que pagó 345 millones de dólares por el canal. Dos años más tarde, Viacom se fusionó con CBS. En 2022 la empresa VaicomCBS adoptó el nombre de Paramount para potenciar su plataforma de streaming, Paramount+.
Hoy el futuro del canal se debate en medios de comunicación y redes sociales. ¿Se vende Telefe? Hay poca información al respecto. Es posible construir, a partir de los mencionados en crónicas, una larga lista de posibles compradores. “Pero nadie nos llamó para preguntar sobre estos rumores de venta, son todas especulaciones”, dice el responsable de prensa del canal. Ahora, responde Darío Turovelzky:
-¿Telefe está en venta?
-Es de público conocimiento que, a nivel global, la industria está pasando por un momento complejo. En ese contexto, se habla de empresas que quieren comprar la operación de Paramount en el mundo. Se menciona a Sony, Apolo, Skydance… en un momento también apareció NBC. Infinidad de opciones. Y eso, cuando lo analizan los otros players, dicen: “Esta empresa está en pleno proceso de venta, de fusión, de desprenderse de assets; yo voy y pregunto por Telefe”. No estamos en venta, no pusimos una lata arriba del canal, pero aparecieron oferentes atraídos por el éxito. Después la compañía analiza, en todo su esquema global, si vale la pena o no desprenderse de Telefe o de Chilevisión. Vos me preguntás si Telefe está en venta y la respuesta es no, no estamos en venta.
-Escuchaste los rumores, mencionan una larga lista de interesados.
-Sí, escuché todo. En un momento apareció Mercado Libre…
-Ahora dicen que es inminente el desembarco del Grupo Werthein (dueños de, entre otras empresas, Direct TV, Sky y Torneos y Competencias).
-Lo leí, se repitió mucho en estos días. Que pudieron haber sido oferentes, no tengo dudas. Ahora, que lo hayan comprado, eso está más que lejos… La transformación que está atravesando Paramount a nivel global desprende alertas que atraen posibles inversores. Mañana vos me decís que tenés inversores atrás y querés comprar Telefe, yo te comunico con la gente de “merges & acquisitions” (fusiones y adquisiciones). ¿Eso significa que estoy en venta? No, eso quiere decir que vos querés comprarlo.
-También se habló, dentro de la industria, del regreso de los Yankelevich, Gustavo y Tomás, padre e hijo, junto a un grupo inversor.
-(ríe) Tengo una relación divina con Gustavo, es uno de mis mentores. Y trabajé también con Tomás. Pero si yo te digo la cantidad de oferentes que hubo…
-Entonces, concretamente, aparecieron interesados en comprar Telefe.
-Sí, y todos pasaron por mí. Nadie me contactó pensando que yo iba a tomar la decisión, claro. Pero sabían que yo podía contactarlos con los Estados Unidos. Y es lo que hice. Después, allá analizan. Está ahí el punto.
-Lo del Grupo Werthein, insisto, parece inminente.
-Imagino que arrancó con Gran Hermano, por la asociación que hicimos con Direct TV. También por los derechos de la Copa América y de la Selección, que lo hacemos en coproducción con Torneos. No obstante, quizá, Grupo Werthein apareció como oferente… Ahora, que lo compró, que ya se cerró la transacción, eso no existe. Hasta me llamó Gustavo Yankelevich preguntando qué hay de cierto en este caso.
-También hay señales que alimentan los rumores de venta. Por un lado, parte de la operación de Paramount+ se fue del país. Y por otro lado, entiendo que Telefe está recuperando su librería (sus contenidos), sacándola del catálogo de Paramount, en una suerte de división de bienes anticipada…
-No, pará. Paramount sigue estando. Lo que sucede, como dijo Bob Bakish, es que vamos a hacer un cambio de estrategia en los contenidos a nivel global. El 90 por ciento de la gente que consume Paramount+ ve franquicias de Hollywood y IP’s (propiedad intelectual) reconocidos como Yellowstone, Top Gun, Tortugas Ninjas… Y hoy, cuando todas las empresas de la industria tienen que mostrar rentabilidad, se preguntan para qué producir contenido regional -que requiere una gran inversión no solo de contenido sino también en marketing- cuando las audiencias que te están mirando prefieren los contenidos que vienen de Hollywood. Entonces, circunstancialmente, vamos a reducir esos contenidos locales para la plataforma Paramount+. No obstante, los territorios que tienen televisión abierta, como Telefe, van a seguir generando contenido local. Y por otro lado, al día de hoy, seguimos vendiendo nuestros contenidos juntos.
Darío Turovelzky llegó a Telefe en 1998. Su primer trabajo en el canal fue como asistente de producción de Hola, Susana. En aquellos años felices, el rating del programa superaba cómodamente los 40 puntos. “Había tres medidores en esa época: Mercados y Tendencias, IPSA e Ibope. El show del chiste hacía 45, 52 o 48 puntos, de acuerdo a la medición. Obviamente Luis Cella se quedaba siempre con el número más alto, como haríamos todos. Era genial”, recuerda Darío.
-Hoy Gran Hermano, éxito indiscutido de la televisión, ronda los 20 puntos.
-Pero a los 20 de puntos de hoy le tenés que sumar todo el ecosistema digital. Hoy gracias a Gran Hermano y a lo que tenemos en Telefe, somos la comunidad más grande de la Argentina en consumo de horas, videoviews y unique users… más que cualquier stream digital. En este contexto de tanta oferta, de tanta plataforma, donde todo es competencia, no sé si estos 20 puntos no son más que los 40 de ayer.
-Decís que la audiencia que falta está repartida en el ecosistema.
-Sin lugar a dudas. Hoy no existe en ningún, por lo menos en Argentina, un programa como Gran Hermano que tiene solo en AMBA más de 2 millones de personas viendo un contenido. Y la diferencia de performance que tenemos con los otros canales no existe en casi ningún lugar del mundo. En una tendencia global de decrecimiento, a Telefe nos miran de otra manera.
-¿Tus hijos ven televisión abierta?
-Tengo 4 hijos, de todas las edades. Tienen 18, 15, 8 y 6. Funcionan como un buen termómetro. Cuando viene la de 15 y me habla de “Furia”, “La Voz” o menciona a “tal participante”… Mi pregunta es: “Lara, ¿dónde viste esto?”. Suele responder: “Vi los primeros programas en Telefe, en aire, y seguí en tiktok, twich, Instagram, a través de influencers”. Y te juro que sabe más que el propio productor de Gran Hermano. Ahí te das cuenta de que es el contenido lo que vale, que cuando es bueno llega a todos los puntos de contacto que usan los jóvenes.
-Si los chicos no ven televisión abierta, ¿creés que van a descubrirla alguna vez? Porque si no logra seducirlos, tiene fecha de defunción…
-Yo creo mucho en la tracción de los contenidos. Pensá, en los últimos cinco años, la cantidad de contenidos que lanzaron los streamers: billions de dólares en el mundo. Ahora decime 10 que recuerdes… Te perdés. ¿Cuál te conecta emocionalmente? Seguro que hay alguno… Pero cuando entrás en un contenido con un alcance tan fuerte como La Voz, Graduados, la película de Los Simuladores… Ahora vuelve Survivor y en el inconsciente colectivo todavía está Piqui, la chica que hace 20 años se dejó ganar en el juego final… Yo creo que a fuerza de buen contenido mi hijo se va a acercar a la televisión. El otro día me llamó para decir “Pá, me acabo de enterar que tenés la Copa América”. Evidentemente, el conecta desde los deportes, y va a venir a ver el torneo a Telefe. Mi hija quizá se acerque desde Masterchef…
-Se suponía que el refugio de la televisión lineal iba a ser el vivo, especialmente los deportes y las noticias.
-Sí, 100 por ciento. También en el entretenimiento.
-Sin embargo ya hay plataformas que transmiten deporte en vivo, hay talk shows en vivo, hay periodistas que hacen sus entrevistas exclusivamente en redes sociales…
-Es cierto. Si tuviera la bola de cristal… La verdad es que nadie tiene claro hacia dónde va. Pero estoy convencido de que la fuerza que tiene la televisión abierta no la tienen los streamers. En nuestras tandas publicitarias están todas las fintech, todas las plataformas de streaming… al principio necesitaban ir a buscar nicho, pero cuando se dieron cuenta de que en Wall Street lo que impactaba no era el crecimiento de los suscriptores sino la rentabilidad, en vez de ir con la cañita fueron con el mediomundo. Mercado Libre, Netflix, Amazon, Disney, Max… Todos están en la tanda de Telefe y también orgánicamente en nuestros proyectos. Antes nos miraban como el dinosaurio viejo y hoy nos vienen a buscar para ver qué podemos hacer juntos.
-¿Cómo impacta el crecimiento de los canales de streaming, como Olga y Luzu, en la torta publicitaria? ¿Le quitan anunciantes a la televisión abierta?
-Hoy el impacto es mínimo. Los pesos pesados de la torta publicitaria en digital son Meta y Google, otro tipo de jugadores.
-Los canales de streaming están cada vez más parecidos a la televisión abierta.
-Es así. Vienen a buscar las figuras, los contenidos, las propiedades intelectuales que saben que conectan con la gente emocionalmente. Hoy en nuestro streaming tenemos una grilla casi al mismo nivel de lo que es una grilla de televisión abierta. Estamos produciendo 1600 horas… Algunos son contenidos que reaccionan a la televisión abierta, a Gran Hermano y al fútbol, y otros son contenidos exclusivos.
-¿Es disparatado pensar que el día de mañana todos -canales abiertos, cable, streamers y youtube- van a competir en una misma pantalla?
-Es probable. Para eso también tenés que darle al usuario una experiencia mucho más amigable técnicamente. Hoy es inviable. Y después tenés que unificar todo bajo una misma medición: hoy los digitales se miden por ComScore y Kantar Ibope mide lo lineal… La industria trata de amalgamar todo esto pero aun no lo ha logrado. Cada streamer tienen su propia metodología de medición, la que más le conviene.
-Las plataformas explotaron, tuvieron una auge parecido al de las “puntocom”, y hoy parecen estar buscando su real dimensión. Gigantes de la industria, que llegaron para comerse la cancha, hoy buscan fusiones para salvar su negocio.
-Estamos imaginando… Creo que hay un tema de ser lo más eficiente en la rentabilidad de estas compañías, cómo captar audiencias con contenidos que realmente tengan relevancia, y en cómo darle una experiencia diferente al usuario. Hoy dos compañías grandes (por Disney y Espn) quieren brindar un servicio de streaming juntos. Pareciera que al fin de cuenta van a quedar pocas plataformas, quizá tres conglomerados. En términos económicos, es poca la gente que tiene la capacidad de tener más de dos servicios. Y a eso sumale una plataforma de otro tipo, como Spotify. Es inviable. Se habla mucho de bundle (reunir en un manojo) de diferentes plataformas: pagás más pero tenés todo en una. Creo que va por ese camino.