InicioPolíticaJavier Milei aprendió prioriza el pragmatismo sobre el dogma: las tres pruebas...

Javier Milei aprendió prioriza el pragmatismo sobre el dogma: las tres pruebas que lo muestran

Tras la multitudinaria marcha universitaria, el Presidente mostró signos de pragmatismo y tuvo que sentarse a negociar en los últimos días para preservar la gobernabilidad.

Adrián Ventura

Del enfrentamiento directo a la negociación: las tres pruebas que muestran que MIlei decidió priorizar el pragmatismo. (Foto: AFP/Luis Robayo).

Del enfrentamiento directo a la negociación: las tres pruebas que muestran que MIlei decidió priorizar el pragmatismo. (Foto: AFP/Luis Robayo).

Javier Milei aprendió que toda pelea tiene límite y que la grieta lo puede empujar al vacío. Hubo esta semana tres pruebas inconfundibles de que el Presidente decidió priorizar el pragmatismo antes que su dogmatismo. Puede criticar a la casta, pero no puede polarizar a todos contra él mismo.

La primera señal fue encargarle a la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, que se siente a conversar con el rector de la UBA, Ricardo Gelpi.

Leé también: Milei sigue en alerta por el conflicto universitario y comparte con el gabinete las preocupaciones por el desempleo

La marcha universitaria fue la primera alerta de que el apoyo de la sociedad tiene un límite y un costo político. El pueblo puede renunciar a su presente. Inclusive, acepta de buen grado ponerle el hombro a ajuste económico que está corrigiendo la macro, aun cuando todos intuyen que algunos no podrán recuperarse. Algunos informes sectoriales indican que comenzó a crecer el número de despidos en las Pymes. Pero, nunca, nadie renuncia a sus sueños de progreso.

El lunes, Petrovello, y el martes, Carlos Torrendell, secretario de Educación, reencauzarán la relación que rompió el subsecretario de Políticas Universitarias, Alejandro Álvarez.

Según la UBA, más de 800.000 personas participaron de la marcha universitaria. (Foto: TN/Juan Pablo Chaves).

Según la UBA, más de 800.000 personas participaron de la marcha universitaria. (Foto: TN/Juan Pablo Chaves).

Hubo una segunda señal, menos perceptible pero clara.

El conflicto en torno a la UTA. Las empresas de colectivos y el gremio coincidían que la única manera de destrabar una negociación salarial era pedirle a la Secretaria de Transporte y a Economía que autorizase más tarifa o más subsidios. Finalmente, se llegó a un acuerdo salarial gracias a que ese ministerio prometió que antes del 10 mayo habilitará un mix de aumentos de tarifas y subsidios.

Leé también: Nuevos créditos hipotecarios UVA: ventajas, riesgos y requisitos de una opción que regresa al menú bancario

También hubo una conversación reservada entre el secretario de Trabajo, Julio Cordero, y el titular de la UTA, Roberto Fernández. Durante un austero almuerzo con sándwiches y agua mineral, el dirigente gremial entendió de buen grado que debía colaborar.

La tercera vez en una misma semana que Milei mostró capacidad de reacción fue el miércoles, durante la negociación de la Ley Ómnibus. Cuando decidió incorporarse el proyecto de Ley Bases, surgió un conflicto entre la UCR Y Hacemos Coalición Federal, el bloque de Miguel Ángel Pichetto. Finalmente, el ministro de Interior, Guillermo Francos, dio la orden de no irritar al sindicalismo y se aprobó una reforma laboral light.

Milei entendió que el discurso político puede convertirse en un stand up. Ahora comprendió que gobernar le exige ser pragmático.

Más noticias
Noticias Relacionadas