Tras la orden del Gobierno de retrotraer los precios de los planes de salud privados a los valores de diciembre, los afiliados sentirían un alivio en el bolsillo, ya que la cuota de la prepaga bajaría su incidencia en el total del salario.
Luego de la fuerte escalada de los aranceles a partir de la desregulación del sector con el DNU 70/2023 en diciembre -y que llevó a Claudio Belocopitt, dueño de Swiss Medical, a renunciar a la presidencia de la Unión Argentina de Salud (UAS) el martes pasado-, la cobertura médica pasó a representar de un 18% a un 30% del sueldo. Cuando se apliquen las compensaciones por lo pagado de más, pasaría a significar un 22% del total.
Los datos se desprenden de un informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), que preside el economista Nadin Argañaraz. La entidad estimó el peso del gasto de la medicina privada en un sueldo formal promedio y, para este cálculo, analizó la variación de un plan de la empresa Omint desde 2013 hasta la actualidad.
En esos 11 años, el sueldo promedio perdió un 62% de su capacidad de compra de cobertura de salud prepaga. Prácticamente, la mitad de la pérdida de poder adquisitivo se dio en solo seis meses. Según el sondeo, en 2013 el gasto de esa cobertura insumía el 11% del salario. En el periodo que va desde entonces hasta 2019, la incidencia aumentó al 19%. Pero tras la desregulación del mercado, a abril de este año ya ocupa un 30%.
“Sin cambios, un plan puntual analizado de Omint pasó de insumir el 18% del salario formal promedio en diciembre a un 30% en abril. Con los cambios, este mes pasaría a incidir un 22%”, señaló Argañaraz. “El plan había subido en términos reales un 59% en los últimos cuatro meses. Con los cambios, subiría un 16% real. Nominalmente, en lugar de valer $ 227.000 este mes, este plan debería valer $ 166.000, es decir un 27% menos”, detalló.
De acuerdo al estudio, el valor relativo de la salud se incrementó respecto del índice general de precios y también lo hizo, en mayor medida, respecto del valor del salario formal promedio de un trabajador en relación de dependencia. De estas tres variables bajo estudio, comparado a enero de 2013, la que mayor incremento tuvo fue la cobertura prepaga, con una suba del 28,105%; seguido por el IPC, con un incremento del 17,866%; y por el salario promedio, con un aumento del 10,523%.
Cómo se harán las devoluciones en las cuotas de las prepagas
Los beneficiarios serán, por el momento, los usuarios de las siete compañías alcanzadas por la disposición oficial, que concentran al 75% del total de afiliados. No obstante, el viernes, la Coalición Cívica le pidió a la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia que amplíe la denuncia por presunta cartelización para que la medida incluya a todas las empresas del sector.
No está claro cómo se devolverá el monto correspondiente al aumento “excesivo”, ya que esta decisión no está dentro del ámbito de las facultades de la Secretaría de Industria y Comercio. La Superintendencia de Salud presentó una cautelar ante la Justicia para que se devuelva el monto por encima de la inflación, pero aún no salió el fallo. “La Superintendencia no controla más los precios, pero busca garantizar la libre competencia y la libertad de elegir”, resaltó el vocero presidencial, Manuel Adorni.
En tanto, según lo dispuesto por el Gobierno, las prepagas deberán tomar como base al IPC publicado por el Indec para los incrementos en las cuotas de los próximos seis meses. En principio, el nuevo cálculo llevará a que los clientes afectados no tengan que enfrentar un incremento en mayo. Por el contrario, deberían ver el valor final de la cuota reducido, suponiendo que la inflación de abril ronde el 10%, como se proyecta.
No obstante, se espera que las prepagas apelen la medida esta semana. Al respecto, desde el Ejecutivo aclararon que si bien las compañías pueden ir a la Justicia, hasta que no haya una decisión firme por parte de esta, la resolución ya está vigente, por ende, su aplicación.
SN