Una de las principales búsquedas del ser humano a lo largo de su vida es vivir la mayor cantidad de tiempo posible desde el momento que nace. Por supuesto, existen una gran cantidad de factores y variables que se pueden dar, sobre todo, las enfermedades o los accidentes. Pero según un Premio Nobel de Química, hay algunas claves para retrasar el envejecimiento lo máximo posible. Solo depende de voluntad a la hora de llevar adelante una rutina.
A lo largo de los últimos años, la tecnología en materia hospitalaria avanzó de manera tal que cada vez más es posible una mejor calidad y la posibilidad de prolongar la esperanza de vida humana; sin embargo, existen enfermedades como el cáncer que pueden ser tratadas, pero todavía no tienen cura. El conocimiento de cómo cuidar el cuerpo está al alcance de todos gracias a los profesionales, los nuevos avances y las comunicaciones. Pero nada de esto evitará que algún día envejezcamos y la vida se acabe.
En este sentido, el biólogo molecular Venki Ramakrishnan, ganador del Premio Nobel de Química en 2009, estudió durante toda su vida los procesos celulares que están detrás del envejecimiento. Desde que nacemos, el cuerpo va perdiendo la capacidad de regular la producción y destrucción de proteínas en las células, lo que lleva al deterioro de los sistemas críticos que, finalmente, culmina en la muerte.
“Lo interesante de la muerte es que cuando morimos, la mayoría de nuestras células siguen vivas, por eso nuestros órganos pueden ser donados, pero ya no son capaces de funcionar como un todo, eso es la muerte”, explicó Ramakrishnan en la entrevista con la BBC. No obstante, el especialista considera que es poco probable que el ser humano pueda vivir más allá de los 120 años, debido a limitaciones biológicas naturales.
“Sí, hay gente que gracias a una combinación de factores genéticos y su estilo de vida viven más de 110 años, pero esa cantidad de gente no está aumentando. Parece, por tanto, que hay un límite natural”, indicó. Además, aunque el hombre lograse eliminar por completo las enfermedades como el cáncer, la expectativa de vida solo subiría unos pocos años.
De todas maneras, el ganador del Premio Nobel aconseja tres actividades sencillas que pueda adoptar cualquier persona si quiere tener una buena calidad de vida y, en consecuencia, alargar sus años. Comer bien, descansar bien y hacer ejercicio. Según su perspectiva, estos tres actos te ayudarán a “mantener la masa muscular, regular la función mitocondrial, la presión arterial, el estrés y disminuir el riesgo de demencia”.
Realizar estas actividades tienen una sólida evidencia científica que lo respalda y está comprobado que no tiene efectos secundarios. “Son más efectivos que cualquier medicina antiedad que haya en el mercado”, manifestó el científico y luego añadió: “Nuestra especie comenzó siendo cazadora y recolectora. Comíamos de forma esporádica, ayunábamos de manera natural y teníamos la restricción calórica. Pero ahora comemos incluso si no tenemos hambre y en Occidente vemos un enorme aumento de la obesidad”.
En la entrevista, Venki Ramakrishnan aseguró que esta generación es mucho más sedentaria que nuestros antepasados. A su vez, se subestima mucho el sueño, que es capaz de reparar los tejidos en nuestro organismo. A estos tres consejos le sumó un bonus extra: tener un propósito en la vida.
“De eso se trata, de tener un propósito, sacarle el máximo provecho a tu vida. Hay mucha evidencia de que tener un propósito en la vida reduce el riesgo de infartos y deterioro cognitivo”, concluyó.
LA NACION