InicioEconomíaBajan la tasa y el dólar no sube:hasta cuándo se estira el...

Bajan la tasa y el dólar no sube:hasta cuándo se estira el plan financiero de Caputo?

El Gobierno redujo la tasa de interés de referencia y, por tanto, de los plazo fijo, y el dólar blue llegó a estar por debajo de los $ 1.000 en lo que constituye otro tramo de la apuesta del presidente Javier Milei a seguir licuando lo que se conoce como la «montaña de pesos» generada en la deuda del Banco Central.

La tercera rebaja de la tasa de interés del ministro de Economía, Luis Caputo, en su actual gestión ratifica el objetivo de reducir el peso del pago de intereses de la deuda del Banco Central sobre la expansión de la cantidad de dinero. En otros términos, trata de restarle combustible a la inflación.

La tasa de referencia del Banco Central había retrocedido en dos oportunidades de 11% mensual a 8,6% y luego al 6,8% y ahora baja del 80% al 70% anual, o sea al 5,8% mensual.

En todos los casos, la tasa de referencia de la política monetaria opera claramente por debajo de la inflación con el objetivo declarado de licuar los pasivos del Central que, medidos en dólares, rondan los US$ 36.000 millones, por debajo de los del Tesoro que están en US$ 45.000 millones.

En una lógica pasada del mercado, una tasa de interés negativa en términos reales se correspondía con un aumento de las presiones alcista sobre el dólar libre, un resultado ausente en estos meses.

Hay, por lo menos, tres elementos que se conjugan para consolidar la idea de los operadores que apuestan a la calma cambiaria.

A Milei se lo notó más convencido que nunca en las últimas semanas respecto a mantener el aumento del dólar oficial en el 2% mensual, descartando así la posibilidad de un salto cambiario.

A eso se suma que la contracción monetaria entre diciembre y marzo fue feroz, al marcar una caída de la base monetaria cercana al 35% que se corresponde, a su vez, con la idea presidencial de estar encarando «el ajuste más grande de los últimos 30 años».

Y el tercer elemento está focalizado en que el Banco Central siguió comprando dólares y acumula algo más de US$ 13.000 millones desde el inicio de la gestión de Caputo.

Esos tres argumentos se apoyan en el marco del cepo cambiario que impide conocer en realidad cuál es el verdadero precio del dólar en un mercado unificado de cambios que, se supone, es hacia donde se encamina el Gobierno.

El hecho de que el dólar oficial mayorista de $ 867 se actualice al 2% lo condena a perder frente a la inflación y a alimentar la discusión sobre si el tipo de cambio se encamina, una vez más en la historia argentina contemporánea, a una situación de atraso que agudice todas sus ventajas y desventajas.

Martín Rapetti, director de Equilibra, sostiene en el Económico de Clarín que, después del aumento de tarifas y el impacto que generan en los índices, «a fines de junio tendríamos un tipo de cambio equivalente a $ 725 a precios de hoy, vale decir, 16% menor» al dólar mayorista de estos días.

Para el Gobierno, uno de los riesgos centrales de atrasar el dólar es poner en juego la liquidación de exportaciones de la cosecha gruesa, pero es evidente que hoy pesa más la búsqueda de estabilizar los precios tras la meta que el aumento del índice del costo de vida sea de un dígito mensual a partir de abril.

El esquema de que la inflación le gana a la tasa de los depósitos a plazo fijo (hoy ofrecen 4,75% mensual) y que esta le gana dólar reduce los caminos a tomar por los ahorristas.

Con 4,75% mensual de renta en los plazo fijo, cualquier salto del dólar blue puede dejar descolocados a los ahorros minoristas que, por otra parte, tampoco encuentran cabida en los plazo fijo UVA a 180 días de plazo (ajustados por inflación) que los bancos restringen argumentando que tienen un cupo para esos depósitos que se cubre rápidamente.

Para las familias, el ahorro que antes se canalizaba a la compra de dólares por precaución, ahora está destinado a pagar los aumentos de los alimentos, los colegios privados, las prepagas y empezaron a llegar los aumento de la factura de la energía eléctrica que se coronará en los próximos meses con las del gas.

La composición del gasto familiar cambió radicalmente en los últimos 90 días en una economía en la que el cepo al dólar sigue reinando y la caída del consumo todavía parece no haber tocado piso, En este contexto la estabilidad del dólar blue aparece como un resultado posible.

Las señales, una vez más, habrá que buscarlas en la política y el futuro del proyecto de nueva ley ómnibus que el gobierno espera que el Congreso le apruebe.

Más noticias
Noticias Relacionadas