En los últimos meses los casos de encefalomielitis equina aumentaron en la región y si bien en la tierra colorada aún no se detectaron casos, desde la Municipalidad de Posadas desarrollan un relevamiento en toda la ciudad para prevenir la patología. El censo comenzó en enero y hasta el momento tienen contabilizados entre 75 y 80 caballos de unos 37 propietarios en total.
Esta tarea es llevada a cabo por el veterinario Miguel Vassiliades junto al especialista en gestión ambiental Emilio De Lima y es organizada por la Dirección de Control Bromatológico, dependiente de la Secretaría de Salud y Calidad de Vida.
En diálogo con El Territorio, Vassiliades explicó que se trata de un programa de prevención de la encefalomielitis equina que es una enfermedad viral y se transmite a través de una especie de mosquito principalmente, además de un par de roedores y aves silvestres que también actúan como reservorio.
«Esta enfermedad tiene síntomas neurológicos que afectan mayormente a los equinos y también afecta a los humanos. En los equinos la enfermedad es un poco más grave, más complicada, llegando incluso a la muerte en la mayoría de los casos, con toda una sintomatología neurológica, con convulsiones, con decaimiento, depresión, síntomas totalmente neurológicos y en el humano es más leve»
Precisamente, estuvo erradicada por mucho tiempo, es decir, el último caso se había registrado en 1986 aproximadamente y apareció nuevamente en el país en los últimos meses del año pasado. Según precisó el especialista, varias provincias tienen circulación de la enfermedad como es el caso de Buenos Aires, La Pampa, Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos, Corrientes, Chaco y Formosa, mientras que en Misiones aún no se detectaron casos.
La iniciativa
«Desde la comuna lanzamos esta iniciativa que ya lo habíamos realizado con los criaderos de cerdo anteriormente, para determinar con qué cantidad de animales nos encontrábamos. Estamos haciendo un recorrido por los barrios con un móvil municipal y un equipo de técnicos. Lo que se hace es buscar de boca en boca, por comentarios, denuncias y demás, las diferentes zonas donde se encuentran equinos sueltos en la vía pública o bien dentro de las propiedades», explicó el veterinario sobre la forma de llegar hasta los caballos.
En esta línea, mencionó que el trabajo se desarrolla solamente dentro de Posadas y, junto a su compañero De Lima, toma datos del estado del caballo, realizan una observación general del animal y también se anotan los datos del propietario, los usos que le dan al animal, cómo lo alimentan, entre otros detalles. Esto se lleva adelante con el fin de tener un registro minucioso del equino teniendo en cuenta que deben tener algún registro de propiedad.
«Antiguamente era la marca a fuego que se le hacía y eso era registro de propiedad, pero hoy día ya no se hace más. Ahora se pasó a usar el chip, un identificador colocado debajo de la piel que después con un lector se identifica al animal y se saben los datos del caballo, del propietario y, a su vez, cómo está de salud, es decir, cuántas vacunas tienen y el cuidado que recibe», agregó el médico que realiza el censo.
Zonas con caballos
Asimismo, remarcó que la encefalomielitis equina tiene una vacuna para prevenir la enfermedad o al menos para ayudar a que los síntomas no sean tan severos.
«Hasta el momento hemos encontrado 37 tenedores de caballos o propietarios de equinos y contabilizando un total de aproximadamente 75 y 80 caballos. En su mayoría se encontraban distribuidos en la zona de la Costanera Oeste y en el barrio Yacyretá. La gente lo que más hace es dejar los caballos en las plazas durante el día para que coman pasto y a la noche los resguardan en sus casas», indicó el profesional en cuanto al espacio en que habitan estos animales.
En este marco, dijo que muchos vecinos denuncian que los equinos están en espacios públicos y dejan consigo un volumen importante de materia fecal. También pueden resultar peligrosos ya que pueden morder o patear a las personas. Por ese motivo, durante el relevamiento brindan una charla de concientización a los vecinos sobre la tenencia de caballos y entregan información sobre cómo prevenir enfermedades.
«Recabamos datos para volcarlos en un trabajo estadístico que derivará en algún plan de acción. Esto podría traducirse a algún tratamiento con repelentes que es lo que hay que usar para prevenir la picadura del mosquito, la limpieza de las áreas de forma permanente en el lugar donde se guarda el animal, para salvaguardar el riesgo que corre la familia también. Y algo más ambicioso que nos gustaría hacer, es implementar un plan de vacunación, pero hay que tener en cuenta que lleva tiempo y tiene un costo importante».
Asimismo, Vassiliades indicó que el 80% de los equinos relevados están en buen estado físico y de salud; solamente un 15 o 20% estaría necesitando algún tratamiento repelente del mosquito. Muchos de los caballos se encuentran prácticamente en zonas de basurales o de bañados, por lo que están expuestos a un riesgo mayor de picaduras de mosquitos.
«Generalmente la gente nos comenta que tienen caballos para montar, aunque tener un caballo es algo costoso porque es un animal que come mucho. Entonces lo que analizamos es que en algunos los usan, aparentemente, para actividades deportivas, principalmente carreras y cuadreras, en donde hay un poco de dinero de por medio. Son muy pocos los que lo usan para desfiles y eventos».
El equipo multidisciplinario que realiza este relevamiento está compuesto por varios profesionales que están a su vez afectados a otras tareas, lo que hace que el censo lleve un tiempo más prolongado.
«Creemos que para junio tendríamos prácticamente el 80 o 90% de la ciudad relevada. Eso dependerá de los momentos en que coincidamos todos los que trabajamos en el proyecto y teniendo en cuenta que a veces recorremos una mañana entera y se encuentran dos caballos, porque la tarea lleva tiempo», concluyó el veterinario.