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Discapacidad: maestras integradoras advierten demora de meses en los pagos

jueves 22 de febrero de 2024 | 13:30hs.

Cada vez son más las profesionales que, pese a estar capacitadas para desenvolverse como maestras integradoras de alumnos con discapacidad, deciden dedicarse a otra actividad para poder llegar a fin de mes. Actualmente, el módulo de una maestra integradora ronda los $200.000, monto que se paga con atrasos de hasta seis meses y al que se le aplican retenciones de impuestos.

 “Cuando un alumno con discapacidad se acerca a una psicopedagoga clínica, que es quien coordina todos los tratamientos, se determina qué tipo de apoyo debe recibir el niño, que puede ser reducción horaria, un proyecto pedagógico individual y una maestra integradora”, indicó la psicopedagoga y delegada provincial de Prestadores Precarizados en Salud y Educación, Jazmín Kinder, en diálogo con Radioactiva (100.7).

 A su vez, especificó que “la maestra integradora hace el acompañamiento del área social, conductual y las adecuaciones necesarias cuando la psicopedagoga está muy desbordada”. Si bien aclaró que todo depende del perfil del alumno y del tipo de apoyo que requiera, la maestra integradora es quien lleva a cabo o coordina con los docentes dentro de la escuela el cumplimiento de esos apoyos.

 Pese a que algunos sectores del profesorado en Educación Especial aseguran que debe ser una tarea exclusivamente de su profesión, la referente consideró que “puede ser una maestra especial, una psicopedagoga o, en perfiles más dedicados a lo conductual, algún profesional de la psicología”. “La maestra integradora jamás está sola en el proceso de integración, hay todo un equipo acompañándola afuera”, remarcó.

 Sin embargo, uno de los principales factores que complica realizar esta labor es la cuestión económica. “El módulo de maestra de apoyo, que es a partir de las 8 horas semanales, está en $200.000. Tenemos reclamos de que no alcanza el monto porque es poco y cobramos con meses de atraso, pero para una familia también puede ser pesado pagar esto. Hay centros que son intermediarios y ofrecen el servicio, pero la regla es trabajar con obra social”, señaló la psicopedagoga.

 “La maestra integradora empieza a trabajar en marzo, factura en abril y cobra, como mínimo en junio. Cobra lo que facturó e inclusive menos porque algunas obras sociales son agentes de retención y ya hacen el cobro de Rentas. Realmente, no hay trabajadores que estén esperando tres meses, que es el escenario más beneficioso. Hay obras sociales que tardan seis meses en pagar y hay muchas quejas de pagos que no se están realizando”, cuestionó.

 En este sentido, hizo hincapié en que la baja remuneración y el atraso de la misma no quitan las obligaciones diarias y mensuales de cada profesional, como el pago del monotributo y de Rentas, o el traslado a las escuelas todos los días. “También está la situación de que algunos centros retienen el 40% de esos $200.000 del módulo; es decir, ofrecen pagar $120.000 por estar mañana y tarde de todos los días en la escuela, teniendo solamente dos pacientes”, puntualizó.

“Uno de los problemas es el tema económico, que nos afecta a todos. Estamos decidiendo si tomamos casos o trabajamos en otra cosa que nos sirva más para llegar a fin de mes. Estamos bastante cansados de la burocracia porque cada vez te piden más papeles y te ponen más trabas para presentar los papeles”, explicó. Asimismo, advirtió que “hay muchísimos tratamientos que no se están aprobando y, si no empieza la psicopedagoga, no puede empezar la maestra integradora”.

 Además, contempló que hay casos en los que el niño no requiere de una maestra integradora pero las exigencias de la escuela llevan a las familias a buscar a una. “Eso hace también que se reduzca la cantidad de profesionales disponibles para los casos que sí lo necesitan y todo esto afecta a que haya cada vez menos maestras integradoras”, concluyó.

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