Varios bloques piden achicar el paquete de reformas y modificaciones sustanciales para dar su apoyo. El Ejecutivo no contestó aún. La UCR, Hacemos Coalición Federal e Innovación Federal no descartan un dictamen propio. También hay irritación en una parte del PRO.
Son horas decisivas para el futuro de la Ley Ómnibus en el Congreso. Mientras el oficialismo -que amenazó con avanzar en una sesión “de prepo” el fin de semana con o sin los votos- empieza a dar algunas señales de desaceleración, los bloques de la oposición “dialoguista” esperan todavía una respuesta formal del Ejecutivo a los planteos para modificarlo y reclaman -cada vez con mayor insistencia- que el Gobierno acepte “adelgazar” el paquete de reformas, si quiere llegar a un dictamen de consenso.
Este miércoles fue la tercera jornada consecutiva en la que las comisiones de Legislación General, Presupuesto y Hacienda y Asuntos Constitucionales recibieron a expositores de organizaciones y sectores afectados por el megaproyecto libertario. Este jueves no habrá reunión. Pero como viene informando TN las negociaciones se dan fuera del plenario de comisiones.
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El lunes y martes, en el despacho del presidente de Diputados, Martín Menem, representantes del PRO, la UCR y Hacemos Coalición Federal (HCF) mantuvieron encuentros con funcionarios de segunda línea del Ejecutivo a los que les plantaron modificaciones en lo que refiere a la declaración de la emergencia pública, la delegación de facultades, las privatizaciones y las reformas en energía, educación, cultura, y fundamentalmente en el “capítulo fiscal”.
Como se anticipó, entre otros puntos, los bloques opositores rechazan terminantemente suspender la fórmula de movilidad jubilatoria si no se establece como cláusula un mínimo de aumento por inflación y advierten que no acompañarán una suba generalizada de retenciones como plantea el texto oficial. Los representantes del Ejecutivo habían prometido dar una devolución entre este miércoles y jueves.
Este miércoles siguieron las conversaciones. Para empezar, según indicaron en HCF (que comanda Miguel Pichetto e integran exmiembros de JxC que responden a gobernadores, la Coalición Cívica y el PJ disidente), existió una reunión con Menem, en la que también hubo referentes de Innovación Federal (una decena de diputados que responden a mandatarios de fuerzas provinciales), y diálogos con el ministro del interior nacional Guillermo Francos.
De las conversaciones, los diputados opositores se quedaron con el mensaje de que finalmente el oficialismo no forzaría la firma de un dictamen esta semana y tampoco habría una sesión este sábado, y que la firma del dictamen podría quedar planeada para el martes y la potencial sesión para después del paro de la CGT.
El mismo mensaje llegó luego al PRO y a la UCR, aunque no había confirmación oficial, y de hecho en La Libertad Avanza sostienen que se buscan sesionar “lo antes posible” y así lo indicó Menem en diálogo con TN.
De todos modos, la señal trajo cierto alivio, aunque en los tres espacios opositores aseguraban este miércoles por la noche que todavía no había una respuesta a los planteos de cambios que habían realizado en las horas previas, salvo algunas respuestas en el capítulo educativo. Mientras esperaban una respuesta, las distintas bancadas opositoras reunieron a sus propios diputados para hacer un balance de las negociaciones.
Desde la UCR que tiene 34 diputados, Hacemos Coalición Federal, que tiene 23, e Innovación Federal, que reúne a otros 9, advertían que seguía en pie la posibilidad de avanzar en un dictamen opositor en caso de que el Ejecutivo no acepte las modificaciones. Algunos de sus miembros, sobre todo en el radicalismo, reconocían, sin embargo, que sería costoso y complejo de explicar ante la opinión pública y llevaría la tensión política a niveles impredecibles, además de a una sesión absolutamente caótica.
Por otra parte, según indicaban en esas bancadas, no se trataba solamente de que el Gobierno acepte incluir una cláusula de inflación para los aumentos jubilatorios, moderar la suba de retenciones o limitar el margen de maniobra que da el proyecto para la toma de deuda y la privatización de empresas públicas, sino de achicar considerablemente el volumen del paquete de reformas que el Ejecutivo envió al Congreso.
“Tienen que entender que es imposible discutir esto todo junto y en el tiempo que quieren y que no están los votos para la reforma electoral, para la reforma del Código Civil, ni en Ambiente, ni Cultura, ni el régimen de pesca, ni para desarmar la Ley Micaela. Algunas cosas hay rechazo total, otras se pueden discutir en marzo, y enfocarnos en el capítulo económico, que es lo urgente”, dijo a TN un importante referente de ese grupo de bloques.
También el PRO, que tiene 37 diputados, reunió al bloque este miércoles por la tarde durante casi tres horas -de hecho fue por momentos simultánea y en sala continua a la reunión de la UCR- para hacer un balance de las discusiones. Aunque la voluntad de acompañar es compartida, en la bancada amarilla conviven sectores más cercanos al Gobierno y otros más distantes, que plantean mayores límites.
“Se está embarrando mucho. Algunos estamos haciendo todo lo posible acá adentro, pero cada día hay más presión, cada día son más sectores a las puteadas, y encima desde el Gobierno no la hacen fácil y ni siquiera hay un solo interlocutor. Si en el Gobierno son inteligentes van a achicar las pretenciones”, señalaba un halcón del PRO. Según indicaban fuentes de la bancada, el jefe de bloque, Cristian Ritondo, tenía pentiende una reunión con Francos para trasmitirle el difícil panorama.
Mientras tanto, también crecen la preocupación y la irritación entre la decena de gobernadores provinciales que fueron electos bajo el paraguas de Juntos por el Cambio, y que se reunieron el martes vía Zoom con un grupo de diputados del PRO, la UCR y HCF.
Los mandatarios reclaman una mesa de diálogo formal que incluya a las bancadas y a ellos mismos y pretendía repetir la reunión con legisladores este jueves, pero de manera presencial.
“No están viendo que haya oídos receptivos. Tienen que llevar algo a sus provincias: le cortan las transferencias, la obra pública, no hay compensación por Ganancias y encima tienen que votar callados suba de retenciones. El gobierno tiene confianza de que alcanza con que lo banque la opinión pública. Eso es efímero”, advertían muy cerca de uno de los mandatarios con más intención de ser un aliado del Ejecutivo nacional, que opositor.