Argentina logró otro triunfo histórico en el Maracaná, que quedará grabado en las páginas de gloria del fútbol argentino. Porque Brasil nunca había perdido un partido de Eliminatorias como local, tampoco tres partidos en el mítico estadio de Río de Janeiro, y menos tres encuentros al hilo en un torneo clasificatorio para un Mundial. Nicolás Otamendi fue el héroe de una noche que empezó caliente por los incidentes, que estuvo a punto de la suspensión y que terminó con un festejo inolvidable del equipo de Lionel Scaloni. Todo antes, claro, de la bomba que tiró el DT en la conferencia de prensa en la que puso en duda su continuidad al frente de su creación.
El primer partido por Eliminatorias que jugó Brasil de local fue el 14 de marzo de 1954, clasificatorio para el Mundial de Suiza. En el Maracaná, venció 1-0 a Chile con gol de Baltasar. Desde entonces, jugó 64 partidos, cosechó 51 victorias y 13 empates. Y hasta este martes 21 de noviembre nunca había perdido. Argentina hizo historia.
Cuatro veces había jugado Argentina en Brasil por Eliminatorias, apenas había logrado un empate y perdió las otras tres. El primer choque fue el 26 de julio de 2000 y fue para la verdeamarela. El mismo resultado se dio cuatro años después, el 2 de junio de 2004. En la previa de Sudáfrica 2010 logró el único punto, 0-0 el 18 de junio de 2008. Y el 10 de noviembre de 2016, Brasil se impuso 3 a 0. Además, en la Eliminatoria pasada, el encuentro se suspendió a los 5 minutos, la FIFA lo reprogramó y nunca más se jugó.
No solo le quitó el invicto, sino que Argentina es la única selección en ganar tres veces consecutivas en el Maracaná. Las otras dos victorias también fueron por 1 a 0. La más inmediata, la más fresca, fue con vuelta olímpica en la final de la Copa América 2021, con gol de Angelito Di María. El otro fue el 29 de abril de 1998, un amistoso previo al Mundial de Francia, con aquel recordado gol del Piojo Claudio López. En total, Argentina jugó 12 partidos en el Maracaná, logró cuatro triunfos (el otro fue en 1957 por 2-1), dos empates y seis derrotas.
El histórico gol de Claudio Piojo López en el Maracaná. Foto: ArchivoPor otra parte, Argentina jugó 39 veces en tierras brasileñas y este fue el décimo triunfo contra 22 derrotas y 7 empates. Además de los últimos 3 y el de 1957, todos en el Maracaná, se impuso 5-1 en 1939 en Río de Janeiro (Sao Januario), 3-0 en 1940 en San Pablo, 4-3 en 1945 en San Pablo(estos últimos dos seguidos, como ahora), 3-2 en 1963 en San Pablo, 3-0 en 1964 en San Pablo y 2-0 en 1970 en Porto Alegre.
Otro hecho histórico es que Brasil lleva tres derrotas consecutivas en Eliminatorias, algo que nunca había ocurrido en los primeros 130 partidos. Hasta ese momento llevaba 12, todas como visitante. Ahora acumula 133 partidos, con 84 victorias, 34 empates y 15 derrotas.
En tanto, para encontrar una racha tan oscura del seleccionado brasileño en competencias por puntos hay que remontarse a 2001, cuando sufrió cuatro derrotas seguidas en tres torneos diferentes. El 7 de junio cayó 2-1 con Francia por la Copa Confederaciones en Suwon, Corea del Sur y dos días después 1-0 con Australia en Ulsan. Luego, cayó 1-0 con Uruguay en el Centenario por la Eliminatorias Sudamericana, el 1 de julio, y finalmente el 12 de julio, en el debut de la Copa América de Colombia, fue derrotado por México por 1 a 0. Ese año Brasil perdió 8 partidos. Ahora lleva cinco.
¿Hay más números? Sí, hay más, Porque si bien Uruguay le sacó el invicto al arco del Dibu Martínez el jueves pasado en la Bombonera, jugando de visitante sigue sin recibir goles. Y es la primera vez en eliminatorias que mantiene la valla invicta en tres partidos consecutivos.
Para completar la estadística favorable de Argentina sobre Brasil. El de este jueves en el Maracaná fue el enfrentamiento número 105 desde 1914 y ahora la Albiceleste está un partido arriba: 40 contra 39 y 26 empates. Como pocas veces, las estadísticas le sonríen a pleno al seleccionado argentino, que además logró mantener su primer lugar en el ranking FIFA, ya que el triunfo y el empate de Francia evitaron que los subcampeones del mundo dieron el salto a la cima de la clasificación.