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Simulás estar interesado en un producto y te pagan: así funciona el trabajo de «cliente espía»

Una experiencia de compra positiva es clave para los negocios y las empresas están dispuestas a pagar para lograrlo. ¡Y vos podes ayudarlos!

Por Laura Andahazi Kasnya

03/06/2023 – 08,08hs

Simulás estar interesado en un producto y te pagan: así funciona el trabajo de Simular ser un cliente interesado en determinado servicio o producto es una opción de trabajo freelance para obtener un ingreso extra. La tarea es ir a un determinado negocio y sencillamente comprar o consultar algún precio tal como lo haría cualquiera, con la diferencia de que en este caso el cliente tendrá una cámara oculta registrando el trato recibido, la información que le suministran y las condiciones de limpieza del lugar, entre otras cosas. Los horarios son flexibles y el pago por misión completada ronda entre los $1.500 y $2.000 de acuerdo al tiempo que se requiera y a la complejidad de la visita. Es decir, que en una semana, haciendo al menos una visita por día, los auditores pueden ganarse unos 10.500 pesos.

«En algunos casos, por la complejidad de la operación, hemos llegado a pagar $10.000 la visita. Pero además del fee, el auditor se queda también con el producto que adquirió, siempre y cuando, por supuesto, cumpla con determinados estándares de calidad que nosotros les comunicamos y formamos al momento de reclutarlos», cuenta Jésica Mateos, directora Comercial y de Marketing en Gett, una de las empresas especializadas en monitoreo de experiencias de clientes que actualmente está reclutando auditores para la región de la Patagonia.

El trabajo podrá ser desde ir a tomar un helado a una heladería, cenar en un restaurante o entrevistarse con un vendedor de autos en una concesionaria, solo por dar algunos ejemplos, pero en todos los casos el objetivo es monitorear la operación. «La interacción entre el cliente y el vendedor o asesor queda registrada en una cámara que lleva oculta y luego un agente de calidad de Gett evalúa si el saludo fue cordial, si lo hicieron esperar, si indagaron acerca de sus necesidades o si supieron maneja objeciones», explica Mateo.

El Mystery Shopping es una herramienta que permite ver el negocio desde la perspectiva y la mirada de los clientes para que luego la empresa que contrató el servicio de auditoría pueda diseñar un plan de mejora de acuerdo al informe detallado que le entregan sobre sus puntos de venta. En Gett, el valor del servicio de auditoría e informe arranca de los $7.000 + IVA, más el gasto de la compra que haya que hacer por visita.

Cómo es el proceso de reclutamiento y capacitación para este trabajo

Gett es una empresa cordobesa, pero con clientes en todo el país e incluso en el exterior, por lo que continuamente están en la búsqueda de getters, como llaman a sus auditores. Las convocatorias las hacen a través de sus redes sociales y actualmente están reclutando en la región patagónica para sus clientes que son fundamentalmente empresas petroleras.

«Este trabajo por lo general se combina con otros trabajos, por eso cada búsqueda se activa a necesidad. Abrirlas a todo el país de manera simultánea generaría una falsa expectativa porque hoy la necesidad de trabajar es muy alta y ni hablar si se trata de la posibilidad de ganarte un extra; por lo tanto preferimos ser cautelosos y hacerlo por región; hoy en la Patagonia y en el exterior en Paraguay y Uruguay», aclara Mateo.

«En algunos casos, por la complejidad de la operación, hemos llegado a pagar $10.000 la visita»

A los candidatos seleccionados, en su campo virtual Gett los entrenan desde cómo simular un cliente sin llamar la atención del vendedor hasta cómo filmar de manera correcta con la cámara bien camuflada. «Los auditores además tienen que aprender un guión como si fueran actores. Ellos llegan al punto de venta sabiendo qué tienen que hacer, si tienen que esperar, qué preguntar, si tienen que hacer alguna objeción, qué tienen que filmar y cuándo tienen que intervenir para decirnos por ejemplo, si el aroma o la música de la tienda es agradable o no; cuestiones que quizás escapan a la cámara», explica Mateo.

Una condición para aplicar a este trabajo freelance en Gett es que el auditor debe comprarle a Gett las cámaras que desarrollan especialmente para esta tarea. Dependiendo del modelo, el valor arranca de los $20.000, pero  teniendo en cuenta ese valor, desde la empresa calculan que aproximadamente en 10 auditorías podrían recuperar la inversión. «Sabiendo que el getter está adquiriendo una herramienta de trabajo y que estará dándonos un servicios, les ofrecemos un set de auditorías que les permita recuperar la inversión rápidamente», aclara Mateo.

En algunos casos el auditor necesitará tener movilidad propia ya sea para trasladarse a zonas remotas o sencillamente, como Mystery shopper, cargar nafta, pedir un cambio de aceite o solicitar un servicio de grúa.

Respecto al perfil de los candidatos Mateo explica que el único requisito es que sea mayor de 18 años. No se requiere experiencia previa ni se piden candidatos por género; lo único que espera Mateo es que sean personas bien detallistas y comprometidas con la idea de agregar valor a cada una de las auditorías que realizan. De hecho, avisa Mateo, en Gett trabajan con evaluaciones de desempeño de modo que sus propios clientes puedan también calificar a los auditores; calificaciones que en muchos casos se traducen en propinas cuando son beneficiosas.

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